sábado, diciembre 27, 2014

Biografía del hambre - Amélie Nothomb (fragmento)



Jamás era el país en el que vivía. Era un país sin retorno. No me gustaba. Japón era mi país, el que yo había elegido, pero él no me había elegido a mí. Jamás me había designado: era súbdito del estado de jamás. Los habitantes de jamás no tienen esperanza. El idioma que hablan es la nostalgia. Su moneda es el tiempo que transcurre: son incapaces de ahorrar y su vida se dilapida hacia un abismo llamado muerte y que es la capital de su país. Los jamasianos son grandes constructores de amores, de amistades, de escritura y otros desgarradores edificios que contienen su propia ruina, pero son incapaces de construir una casa, una mirada, ni siquiera algo que se parezca a un hogar estable y habitable. Sin embargo, nada les parece tan digno de codicia como un montón de piedras convertidas en su domicilio. Una fatalidad les oculta esa tierra prometida desde el preciso instante en el que creen tener la llave. Los jamasianos no creen que la existencia sea un proceso de crecimiento, una acumulación de belleza, de sabiduría, de riqueza y de experiencia; desde el momento de nacer, saben que la vida es disminución, pérdida, desposesión, desmembramiento. Se les otorga un trono con el único objetivo de perderlo. Desde los tres años, los jamasianos saben lo que la gente de los otros países apenas saben a los sesenta y tres años.

miércoles, diciembre 24, 2014

Ding, dong, dang, jo, jo, jo.



Carta a Papá Noel, Santa para los amigos extranjeros:

Me acabo de enterar de la gran mentira. Al final eras un gnomo y no un santo. Antes se me cayeron: Baltasar, Melchor y dos de los camellos. La cabeza me va a estallar con este aluvión de estrellas fugaces. Todo comenzó con la caída de la estrella de Belén que no era estrella sino un cometa. Tiré la estrella de plástico que ponía en la punta del pino y ahora me quedó el vacío ahí apuntando a la mentira.
Hoy pienso en esto: en la aberración de una propaganda de gaseosa que tuvo el poder de inventar una mitología; en esta impresionante forma de consumirnos hasta el intestino reside el poder de la celebración de la navidad. ¿Cuántas otras mitologías que nos fumamos resultan ser una nadería mentirosa? Es patético y triste pensar que es una fiesta que fue sagrada, hoy  ha sido capturada por el consumo, el contraste de un dios que nació pobre y que nace ahora en medio de cohetes y de vino tinto.  Papá Noel, ¿vos no habrás matado a Cristo? Vos de “santa” no tenés ni un puto pelo.
Te diría “felices fiestas" pero es tan ridículo como decir "que te garúe finito". No todos tienen unas felices fiestas. No todos tienen la posibilidad de ser hipócritas. Hoy, en unas horas, serán todos hermanos, queridos, emocionables, acuosos, tiernos, petardísticos, golosos, respetuosos, caritativos. Solo por hoy, la fiesta que nos trastoca en lo que deberíamos ser siempre. Entonces la navidad sirve para demostrarnos que no somos porque no queremos. Pero al menos la navidad tiene esa cosa de acercar a los enemigos entre el turrón y un montón de pelotas de plástico.
Navidad es como en la Cenicienta: todo comienza con las doce campanadas. Al fin y al cabo vos también sos un cuento.

Hoy debería ser declarado el día oficial de la mortandad de los pinos. Por suerte en mi país comprar un pino recién talado es caro por eso uno compra pinos de plástico, que también son caros pero duran por años aún en su forma desarmable de dos ramas peladas de alambre. No hay nada más horrible que un pino al que se le cuelgan pelotas de plástico multicolores, se le cuelgan tiras metalizadas, se le tira telgopor en pelotitas y se le tienden luces titilantes y de colores estridentes, por no mencionar las luces que son una celebración de la redundancia y claman un villancico al estilo de los espantosos archivos de sonido midi. No debe de haber nada más kitch que un árbol de navidad con un papá noel de cartulina. Pero es en Norteamérica, dios salve a mi país que no hemos llegado a eso, donde talan bosques de pino para que una familia pueda tener su árbol de navidad agonizando en el living, un olor a resinas frescas  que algunos adoran pero que a los pinos le huele a sangre. Todo es cuestión de perspectivas. Para los humanos es un día esperado durante un año para la celebración y para los árboles es el día de la masacre. Ni hablar de los corderitos, los cerdos, las vacas, los pollos, los conejos, las liebres, las perdices, las ranas, los pavos y todas las especies que hoy serán masacradas en honor a un dios compasivo pero solo para con los humanos.



No se puede no festejar. "Feliz navidad" en el supermercado, "feliz navidad" en un mail de gente que no vimos en un año, "feliz navidad" en las propagandas de calzones, "feliz navidad" en la sopa instantánea que ahora viene verde y roja, "feliz navidad" escrito en un baño público. Si no te sumás, sos una especie de anarquista de la alegría. Tu familia no entiende que vos querés celebrar en la pobreza de un ayuno para agradecer a un profeta lejano que tuvo la dignidad de nacer a pesar de todo y que desearías que vuelva a nacer para eso de la segunda venida, para que todo se vaya al carajo y no tener que celebrar la navidad nunca más en tu vida. Por favor, Cristo, te lo pido, volvé y aniquilá a todos estos que nos dominan para el culo, total, ya te has enojado con nosotros y nos has reventando varias veces hasta con un diluvio. Volvé de una vez que algunos estamos cansados de esperar el evento más importante de este planeta: el día que explote como un cohete navideño.

Cuando no se tiene familia, no hay feliz navidad. Navidad sin familia es como el día de San Valentín sin novio. Triste. Triste. ¿Cómo pasarán hoy la navidad quienes viven en la calle? Uno no se puede preguntar eso, ni decirlo en medio de la comilona navideña porque te miran con una cara como para fusilarte. "No nos cagues las navidades", me dijo la nona cuando yo tenía como unos seis años. Claro, porque la navidad no la caga el tío que se puso en pedo y se vistió de mujer y fingió violarse a la abuela en una parodia lésbica. La navidad la caga una sentencia que se aproxima a la verdad de todos los excluidos. Entonces, navidad es para no pensar, para anestesiarse. A los niños se les enseña bien con regalos así de adultos continúan con la tradición de aniquilarse por unos objetos.

Papá Noel, como no existís aún no sé para qué carajos estoy escribiéndote una carta. Entonces, que sea una carta de despedida. Ya te arrojo con el cuco que no era ni monstruo, con la santa que no eran  tan santa, con la democracia que resultó ser un totalitarismo, con la caperucita que jamás fue roja, con la inflación que terminó siendo una mentira numeraria. Para comerme un cuento, mejor “celebro” la navidad leyendo y fantaseando con  la saga de “Cincuenta sombras de Gray”, que también es triste, triste cuando el final y no tenés ni un novio para revivir las escenas más espectaculares.

Te despido, adiós y cuidado con el cometa, no sea cosa que se lleve puesto a Rudolf. Te lo digo porque en el cielo no hay semáforos.


Keren Verna

Imágenes de: la10maesfera

sábado, diciembre 20, 2014

I've loved you so long - Paloma Etienne y Olga Navarro



TÍTULO: I’ve love you son long
AUTOR: Paloma Etienne, Olga Navarro
AÑO: 2013
EDITORIAL: Createspace
PÁGINAS: 54
ISBN: 9781484981399
GÉNERO: Prosa poética


Link en Amazon










SINOPSIS EDITORIAL

En I've loved you so long (libro en castellano), las autoras, Paloma Etienne y Olga Navarro, escriben los mensajes de amor entre dos mujeres. Con el transcurrir del tiempo las palabras se fueron acumulando, y narran una historia única sobre el destino y la esperanza.
Cada hoja desplegada de este libro te irá arrastrando a un mundo de poesía y encanto. Queremos que este libro se os eche encima, que os despierte, os vibre, os lance a desear la pasión perdida.
Necesitábamos reconocernos en lo que nos dijimos, y durante el tiempo I've loved you so long se ha ido reescribiendo solo.
El libro se ha dejado llevar por el hilo del texto, como Ariadna, y por eso al interpretarse y renovarse se ha acercado más a lo que quisimos contarnos.
Lo hemos sido y lo hemos soñado for so long.
Y ahora los alisios de nuevo...





MI LECTURA

Este libro rastrea líricamente las emociones de estar enamorado y amar, el compartir y construir un mundo junto al otro que se torna un espacio a explorar hasta volverse uno con nuestro propio territorio. Durante la travesía a ese sitio de encuentro, a esa isla recreada como espacio amoroso, la propia Ítaca, recorremos los vaivenes en el encuentro, en la alternancia de las estaciones y de los sentimientos. El libro arranca con un poema del poeta griego, Kavafis, llamado justamente “Ítaca”, donde se expresa acerca de la superación de los obstáculos en un camino largo que nos colme de experiencias y agonías, en un viaje que es tan importante como el destino. En el caso de este libro, no es un viaje físico de un punto a otro del planeta sino un viaje como recorrido dentro del alma humana.


Los viajes son siempre un desplazamiento de tierras interiores.


Según cuentan las autoras, fue escrito a partir de los mensajes de textos que se enviaron durante un tiempo, lo cual también apunta a la construcción de un recorrido temporal vivenciado como viaje, como  mencionamos antes.


Dicen que el enamoramiento es una enfermedad, una senda transitoria hacia la transparencia de tus deseos. Y lo que estamos sintiendo, esta torpeza mezclada con éxtasis, es una fuente de confusión, un remolino loco que te hace querer dejarlo todo, olvidar todo, cambiar todo.


Otro de los puntos positivos, es la manera de hablar de amor sin caer en ciertos tópicos. Creo que debe de ser uno de los temas más difíciles de abordar. ¿Cómo hablar de amor sin mencionar al amor en su cliché? Las autoras consiguieron superar estas posturas adentrándose en la exploración de la experiencia amatoria.
            Marqué muchos pasajes. Me gustó la forma en que las palabras construyen las emociones y  cómo me fue sensibilizando página a página.  
            Lo que me ha sacado de foco en la lectura han sido las palabras en inglés. El título me hubiera gustado en español para que quien no sepa inglés no pierda significatividad. Incluso en la misma reseña se aclara entre paréntesis que el libro está en español. Asimismo, creo que también deja afuera a varios lectores ciertas referencias como aspectos de la mitología grecorromana.
            No le pongo ciertos rótulos, como he leído en otras reseñas. Para mí decir que un libro es “lésbico” es ridículo y forma parte de la misma experiencia discriminatoria que hoy se intenta, socialmente e individualmente, superar. Es un libro que habla de la experiencia de amar y punto. Un amor que trasciende las  dicotomías (tricotomías y otras divisorias) de género y sexo.

       
    

FRASES SUBRAYADAS

Amor, los días sin ti son largos y espesos. Parece como si hiciera más calor esta noche. Me evocan mi soledad de antes, y me adormece un aroma fugaz de aquel recuerdo. Ojalá te encuentres bien ahora que yo no puedo estar contigo.

Amordazo la poesía porque a veces me asusta.

La vida es una bestia desasosegada que te transporta a horcajadas por el tiempo.

Te pierdo enseguida. Y lloro, por primera vez, amándote en un tiempo que nunca logro tocar.

Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.

Nuestras fragilidades son cimientos mientras construimos un futuro de múltiples impresiones.

Llevo tu anillo y me rehace.

No estoy en las cosas, sino en los días.

Una hora sin ti es lluvia que no empapa la calle.

Vivimos para morir, pero el alma ignora la muerte al buscar a su amada, y recoge de la eternidad sus guirnaldas de flores salvajes.

Yo nací, tú me vives.

Perder tus palabras es perder la razón.

No hay dolor en el mundo que pueda conspirar y separarnos.

Nuestra unión es irreversible.

Quiero cristalizar tus lágrimas, perfumarlas y lanzarlas al mar.



PALABRAS FINALES

I’ve love you son long es un libro precioso, intenso, que te impulsa a amar, a vivir con intensidad.


Amada de movimiento de espiga quebrada, cuando llegas en la noche y te posas en mi pecho toda la violencia del polen fecundado explota sobre mis estambres de antes de tu llegada.



Por Keren Verna


Nota: imágenes de hdwallsource / freepek

sábado, diciembre 13, 2014

Los cantos de Maldoror - Conde de Lautréamont (fragmento)



Si un trozo de tierra está ocupado por treinta millones de seres humanos, éstos se creen obligados a no mezclarse en la existencia de sus vecinos, que han echado raíces en el trozo de tierra contiguo. Grande o pequeño, cada hombre vive como un salvaje en su guarida, y sale de ella muy poco para visitar a sus congéneres, acurrucados igualmente en otra guarida. La gran familia universal de los seres humanos es una utopía digna de la lógica más mediocre.

En: "Los cantos de Maldoror" - Conde de Lautréamont


viernes, diciembre 12, 2014

Presentación de libros: Artola y Etcheverry







Norma Etcheverry nació en Ranchos, provincia de Buenos Aires, y reside en La Plata. Estudió Periodismo en la UNLP y cursó en Humanidades materias de literatura y filosofía. A fines de los 80 participó, entre otros, con E.Tomaz, Caso Rosendi, Rezzano, Patricia Coto, Carlos Ríos, Susana Dakuyaku, Ralveroni, de la Feria del Autor Inédito, un proyecto que llevó la poesía a la calle mediante la difusión de producciones artesanales en plazas y espacios públicos. Publicó “Máscaras del Tiempo” (1998) y “Aspaldiko” (2002), (Editorial Universitaria de La Plata). Colabora en la revista de poesía “El espiniyo”, y publicaciones del interior. Produce “Diagonal Converso”. Ha participado en Talleres de escritura en la Casa de la Poesía de Buenos Aires (Coordinación: Alicia Genovese). Fuente

Raúl Artola (Las Flores, provincia de Buenos Aires, 1947) es uno de los poetas más relevantes de la escena argentina de las últimas décadas. Escritor, periodista y docente, reside en Viedma (Río Negro) desde mediados de los años ’70, y ejerce un indudable magisterio e influencia desde la generosidad y el apoyo a los jóvenes creadores. Dentro de su obra poética destacan Antes que nada (Fondo Editorial Rionegrino-EUDEBA, 1987, premiado por la Secretaría de Cultura de la Nación; Aguas de socorro (Último Reino, 1993) y Croquis de un tatami (premiado y publicado por Madres de Plaza de Mayo, 2002). En narrativa publicó El candidato y otros cuentos (Secretaría de Cultura del Chubut, 2006, premiado por el XXIII Encuentro de Escritores Patagónicos de Puerto Madryn).

Confines presenta en esta edición una selección de textos aún inéditos de su libro [teclados], que se publicará en Buenos Aires en 2010, y una impecable reflexión suya acerca de los ritmos de la creación, las manías y ritos del poeta-narrador y la lucha con el lenguaje, siempre inasible, y las herramientas de la percepción y el conocimiento.

Por otra parte, Editorial Espacio Hudson y El Extremo Sur anuncian para el próximo año la publicación de La periferia es nuestro centro. Apuntes sobre política, cultura, territorios y experiencias, una compilación de la obra periodística de Artola. Fuente.

jueves, diciembre 11, 2014

Carta de una desconocida - Stefan Zweig

CUANDO EL AMOR DUELE COMO UN CORAZÓN EN LLAMAS


Título: Carta de una desconocida
Autor: Stefan Zweig
Año: 2002
Editorial: Acantilado
Páginas: 72
ISBN: 8495359472 
Género: Narrativa / Novela











SINOPSIS EDITORIAL

«Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora».


ASÍ COMIENZA

Cuando por la mañana temprano el famoso novelista R. regresó a Viena después de una refrescante salida de tres días a la montaña, decidió comprar el periódico. Al pasar la vista por encima de la fecha, recordó que era su cumpleaños. Cuarenta y uno, se dijo, pero esta constatación no le agradaba ni le desagradaba.



MI LECTURA

Escuché varias veces eso de que “ojalá te enamores” arrojado como una maldición. Y la protagonista de esta historia de Stefan Zweig se enamora de su vecino y decide escribirle a los años, aún con su sentimiento tan intacto como el primer día. Para ella él es todo su mundo; para él, ella es la nada. Entonces ella le escribe una carta desgarradora donde le cuenta lo que significó para ella, lo que duele el desamor, la lejanía, el saber que nunca la amará.


Quiero reunir todas mis fuerzas para, por una vez, sólo esta vez, hablarte a ti, amor mío, que nunca me conociste.




El amor tiene algo de misterioso. ¿Cómo podemos explicar la sensación que nos produce el mirar el rostro de alguien por primera vez? Y es como si lo conociéramos de otra vida y ahora nos habríamos reencontrado. Es la alegría de por fin vernos desde una distancia incomprensible. Sí, así es el amor puro. No tiene nada que ver con el sexo, no tiene nada que ver con la necesidad. Es un amor que crece a raíz de un misterio que jamás podemos entender pero que es real, está y nos duele. Sí, amar duele porque amar se siente con todo el cuerpo. Debe ser uno de los momentos en que uno se percibe como una unidad de cuerpo y alma. Amamos con el alma y con cuerpo, nos duele el alma y el cuerpo, y cuando se él o ella o ello se va, nos desgarra.
         Hay varias teorías que explican esta maravilla de ver y reconocer al amado o amada o amadx o amad@. Una de las más conocidas son las mitades, narradas por  Aristófanes, que siempre se buscan pero no todas se encuentran. Ya sé, ahora estarán saltando quienes crean que el amor es una mentira construida socialmente y que no somos naranjas al medio sino naranjas completas y cosas así de demás fruterías. Pero uno decide como quiere vivir, si creyendo en que el amor existe o creyendo en que todo es una verdadera farsa. Yo prefiero pensar que hay sucedáneos del amor a los que he renunciado hace mucho pero nunca renunciaré al amor aunque no llegue nunca, tal cual, como la protagonista que se mantiene firme durante años. Será por esto que el libro me conmovió tanto.
         La protagonista es anónima. El autor no menciona su nombre quizás para no revelar jamás quien está detrás de la carta mediante la cual el autor arma la obra. Lo que más me impresionó fue la forma en Stefan Zweig mantiene la emoción desde la primera a la última página. No hay un momento de aburrimiento, no hay momento donde la emoción se cae para solo leer y leer palabras que dilatan. La novela fue tan pulida que no tiene una palabra de más y todo se concentra en menos de cien páginas. Además es interesante considerar la época en que fue escrito el libro, primera edición es de 1922, y aún hoy día su lectura no está envejecida, cuestión que sí me ha sucedido con otros libros que tratan temáticas amorosas.
         Para ella, él, su objeto amado, cobra una dimensión tan enorme que hasta las cosas más ínfimas, como una corbata, tiene una presencia profunda en ese universo íntimo que la protagonista construyó tan solo con una imagen. Me llevó a pensar en los amores platónicos, en el enamoramiento que se sufre tan solo ante una imagen que porta tanto significado que cobra vida como si viniese de un pasado, como si ese otro u otra fuese un recuerdo de algo que vivió, que vivimos. Tan fuertes son todas estas emociones que podemos construir con ellas un mundo.


Ahora sólo te tengo a ti en el mundo, sólo a ti, que no sabes nada de mí, que juegas o coqueteas con personas y cosas, sin sospechar nada. Sólo a ti, que nunca me has conocido pero al que siempre he querido.

        
CANCIÓN PARA ESCUCHAR MIENTRAS SE LEE

Canción: The first time ever i saw your face (La primera vez que vi tu rostro)
Intérprete: Celine Dion. (La versión que más me gusta)





FRASES SUBRAYADAS



Imagen de Freepik

Una muerta ya no quiere nada, no quiere ni amor ni compasión ni consuelo.

Mi vida giraba alrededor de la tuya, tu vida me preocupaba con toda la insistencia, la obsesiva obstinación de una niña de trece años.

Pero todavía recuerdo perfectamente el día y la hora exacta en que te entregué mi corazón para siempre.

Me resultaba imposible pronunciar tu nombre: en ese segundo, en ese único segundo, se convirtió en algo sagrado, en un secreto.

Es humilde y servil, tan receloso y apasionado como nunca puede serlo el amor inadvertidamente exigente y lleno de deseo de la mujer adulta.

Sólo los niños solitarios pueden contener su pasión.

Para mí lo eras todo, toda mi vida. Todo existía sólo si tenía relación contigo, toda mi vida sólo tenía sentido si se vinculaba a ti. Transformaste toda mi existencia.

Lo sabía todo sobre ti, conocía cada una de tus costumbres, cada corbata, cada traje.

Mi primer pensamiento fuiste tú, el secreto que me unía al mundo.

Porque pensar en el amor o simplemente en un flirteo con otra persona que no fueras tú se me hacía tan incomprensible, tan inimaginable, que sólo la tentación me hubiera parecido un delito. Mi pasión por ti seguía siendo la misma, pero era distinta con relación a mi cuerpo, que tenía los sentidos más despiertos: se convirtió en una pasión más fogosa, más corporal, más de mujer.


Al día siguiente estaba de nuevo delante de tu casa humildemente, esperando mi destino como he esperado durante toda mi vida delante de tu vida cerrada.

…la cara de una chica, de una mujer, resulta terriblemente cambiante para un hombre, porque no suele ser sino el reflejo de una pasión o de una ingenuidad o de una fatiga, que se borra tan fácilmente como la imagen de un espejo.

Porque a ti, ciertamente, sólo te gustan las cosas fáciles, juguetonas, nada pesadas, tienes miedo de inmiscuirte en un destino ajeno. Lo que quieres es entregarte a todos, al mundo, no quieres ninguna víctima.


No se miente a la sombra de la muerte.

La degradación, la deshonra anímica y física que la pobreza debe soportar, yo las sufrí allí, al lado de prostitutas y enfermas que hacían del encuentro de sus destinos una injusticia.

Sabía que en este mundo, el pobre siempre será una víctima a la que pisan, a la que humillan,


Nunca he conocido a ningún hombre que se entregue en esos momentos con tanta ternura, que ofrezca su profunda intimidad con tanto altruismo y que después lo diluya todo en un olvido infinito, casi inhumano.


Pero, ¿quién eres tú para mí, tú que no me has conocido nunca, que pasas a mi lado como si pasaras junto a un riachuelo, que me pisas como a una piedra, que siempre sigues adelante y me dejas en la eterna espera?



 Imagen de Freepik

CONCLUSIÓN

Lectura bella y emotiva, imprescindible para creer en el amor, para aprender a vivir con el corazón en llamas, siempre vivo. Se sufre, sí, pero ¿no amar no es también un sufrimiento?


Por Keren Verna

miércoles, diciembre 10, 2014

Cantos de Maldoror - Conde de Lautréamont (fragmento)



"Viejo océano de ondas de cristal, te pareces, guardadas las proporciones, a esas marcas azuladas que se ven en el dorso magullado de los grumetes, eres una inmensa equimosis que se muestra sobre el cuerpo de la tierra: me encanta esta comparación. Así, al primer golpe de vista, un soplo prolongado de tristeza, que se tomaría por el murmullo de tu brisa suave, pasa, dejando rastros inefables sobre el alma profundamente sacudida, y recuerdas a la memoria de tus amantes, sin que ellos lo adviertan, los duros comienzos del hombre en los que inicia sus relaciones con el dolor, que no ha de abandonarlo nunca más. ¡Te saludo, viejo océano!"



De: Los cantos de Maldoror. Conde de Lautréamont.




domingo, diciembre 07, 2014

Presentación del libro de Carlos Aprea



Corrección de la fecha: la presentación es el 21 de diciembre misma hora y lugar.



SOBRE EL AUTOR

Carlos Aprea nació en La Plata en 1955. Cursó estudios en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP. Es Técnico Químico y cofundador de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UNLP. Comparte su condición de poeta con la de actor, autor y director de teatro. Publicó tres libros de poesía: La intemperie (1999),Abrigo (2006) y La camisa hawaiana (2010). En 2009 dio a conocer, conjuntamente, las siguientes plaquetas: Conociendo gente se viaja, El pájaro de las cinco y media, This is the end, week end, Política líquida Teatros. Algunos poemas y textos diversos de su autoría aparecieron también en compilaciones poéticas y revistas culturales como Talita, El Hormiguero, El Espiniyo, Pasajes y Sismo Trapisonda, entre otras. Vive en el barrio Villa Elvira de su ciudad natal.
(Fuente: Los poetas no van al cielo)


jueves, diciembre 04, 2014

Jesús me quiere - David Safier

CUANDO JESÚS ES HOMBRE





Y nada inquieta más a un condenado
a muerte que el miedo
a las esperanzas truncadas.


SINOPSIS EDITORIAL

Marie, una treintañera que vive en un pueblecito alemán, tiene un gran talento para enamorarse del hombre inadecuado. Poco después de darle calabazas a su novio en el altar, conoce a Joshua, un carpintero un poco raro y desaliñado. Joshua es un hombre diferente a todos los que ha conocido antes: sensible, atento, desinteresado. Pero, desafortunadamente, tampoco él es el hombre perfecto: en su primera cita le confiesa que es Jesús.
Al principio, Marie piensa que está completamente loco, pero poco a poco se da cuenta de que su historia es cierta. Se ha enamorado del Mesías, que ha venido a la Tierra poco antes del Juicio Final. Marie deberá hacer frente no sólo al fin del mundo, previsto para el próximo martes, sino al romance más descabellado de todos los que ha vivido.



ASÍ COMIENZA

Jesús nunca tuvo ese aspecto, pensé al mirar una Santa Cena que había en el despacho del pastor protestante. Si era un judío árabe, ¿por qué en la mayoría de las imágenes parece uno de los Bee Gees?



MI LECTURA

No es el primer libro que leo del autor, es el tercero, y siempre me resulta una lectura placentera, que me hace reír y emocionar. Me encanta su escritura, su humor, las temáticas. Creo que tendré en mi biblioteca toda su obra, con esto ya digo lo que me gusta.

         De todos sus títulos, Jesús me quiere es el que menos me llamó ya que tenía un poco de prejuicio con eso de tomar una figura tan fuerte como la de Cristo y hacerla novelada y hasta contemporánea pero fue más la curiosidad y al final me animé. No me defraudó para nada.

         Su lectura es muy amena y está bien estructurada. Durante la obra, Safier alterna varios registros: la primera persona para la protagonista, las tiras cómicas de la hermana de la protagonista y la tercera persona para los sucesos en torno del arcángel Gabriel. Estas miradas enriquecen la obra pero sin generar confusiones ni sobrecarga.



         Ya Dostoievski había planteado, desde otro lugar, la segunda venida de Cristo en El gran inquisidor. En Jesús me quiere, en cambio, el foco está puesto en una mujer de unos treinta, Marie, quien transita una etapa de crisis amorosa y personal hasta que conoce a  Joshua, un carpintero, hacia quien siente una atracción inmediata. Es una atracción humana, de una mujer hacia un hombre carismático y apuesto. Ya no cuento más porque haría spoiler.
         La visión de Jesús es la de un hombre atrapado entre el cielo y la tierra. Más allá de las partes jocosas, el autor presenta la faceta de un dios que se hace hombre y, como tal, tiene necesidad de ser amado; no habla de un amor místico, es corpóreo. No debe de existir nada más atroz que la soledad de los seres únicos. Jesús en la tierra es único. Jesús anda sin familia, como un paria, y es la paradoja reencarnada de quien tiene a toda la humanidad de hermanos pero no tiene hermanos, ni hijos. Así como Marie se debate entre amar y no amar, Jesús se enfrenta a sus propios demonios.
         Para los creyentes, quizás resulte chocante leer sobre Jesús encarnado pero creo que es necesario traer al presente a la figura de esta deidad que se nos escapa en un mundo antiguo, aún vestido de sandalias y túnicas. ¿Si vendría Jesús de nuevo a vivir entre nosotros, vendría vistiendo sandalias o andaría en jeans y zapatillas? Lo más lógico sería que sea un Jesús contemporáneo pero  cuesta imaginárselo de esta manera por lo impresión férrea en nuestra mente de un ser barbudo y de túnica, aún con la corona de espinas. Estaría interesante pensar en cómo se vería Jesús hoy entre los seres humanos. ¿Dónde nacería? ¿Dónde viviría? ¿Los seres humanos lo dejarían vivir? ¿Con quién se enfrentaría? ¿Sería con los empresarios? Y tengo más preguntas, muchísimas más.
        
        

FRASES SUBRAYADAS

¿Por qué siempre hacemos daño a las personas a las que queremos proteger de sí mismas?

Hay personas que, por amor, sacrifican su matrimonio, otras su profesión y otras su sistema nervioso.

No te inquietes por el mañana, porque el día de mañana ya tendrá sus propias inquietudes.

¡Mierda de amor, que sólo te confunde!

Y nada inquieta más a un condenado a muerte que el miedo a las esperanzas truncadas.

El tiempo que pierdes con tus miedos, no lo recuperas nunca.

Nada provocaba a la gente más alegría y a la vez más preocupación, más entusiasmo y a la vez más espuma de rabia en la boca que la familia. La vida de los humanos, pensó Gabriel, sería mucho más sencilla si, en temas de reproducción y crianza, Dios los hubiera concebido como a las lombrices de tierra.

Satanás nos ha dado lo que más deseábamos. A mí, la mujer a la que siempre he amado.






CONCLUSIÓN

Jesús me quiere es una obra que puede ofrecer varias lecturas: desde una obra de humor hasta un planteo de la relación de la humanidad con las deidades, con lo sagrado, la esperanza, el sacrificio y el amor. En el trasfondo están las personas sumergidas en una red anastomosada de problemas, superadas por una vida construida con todos esas inconformidades y materialismos, una humanidad que se pierde sin un plan, alejada del goce del vivir, del disfrute de este mundo que Dios, los dioses o como lo quieran llamar, nos ha regalado, una vida que es el mayor milagro en el que somos protagonistas. Creo que todos necesitamos un Joshua que nos arrime a la esperanza.


Por Keren Verna



Nota:  La imagen pertenece a Deb Hoeffner 

miércoles, diciembre 03, 2014

Fin del NaNoWrimo 2014



Punto final al NaNoWrimo y misión cumplida. Como verán en el gráfico, si es que alguien lee este monólogo virtual, arranqué escribiendo unas 3000 palabras en dos horas por día. Luego, al llegar a las 50.000, casi en el final, se me desinfló la historia, como me pasa siempre. No llego a vislumbrar un final. De todas maneras, escribí uno alternativo y en  diciembre y enero me comprometo a terminarla previo descanso de una semana o quince días. 


Lo positivo:
-Saber en concreto que en dos horas escribo 3000 palabras y que dos horas siempre me puedo hacer
-Descubrir que mi hábito de dejar todo para más tarde ha impedido que concrete muchos proyectos desde el ahora
-Seguir buscando un estilo propio
-Contactarme con otros que están en la misma y no sentirse tan solo
-La masividad de un evento que te acerca a temas comunes

Lo negativo:
-La cantidad de información no disponible en castellano
-Los premios y demás incentivos enfocados al mercado de EEUU y Europa
-Mi falta de tiempo para poder participar en los foros y encuentros de manera más activa
-La soledad y el desamparo que uno siente ni bien se termina una obra. ¿Y ahora al cajón?

Como dije, mi idea es terminarla y transformarme en un autor indie, autopublicar al menos para no sentir que todo queda en un cajón. Además, me animaré con algún otro NaNoWriMo. Para quien guste escribir, es una experiencia increíble.

Keren Verna






Jesús me quiere - David Safier (Cita)



"El tiempo que pierdes con tus miedos, no lo recuperas nunca". Jesús me quiere, David Safier


Imagen de Freepik, por Caleb George

martes, diciembre 02, 2014

En el camino - Jack Kerouac

SEXO, TILA Y BE BOP
        

¿La carretera es la vida?


La pureza de la carretera.
La línea blanca del centro de la autopista se desenrollaba
siempre abrazada a nuestro neumático delantero izquierdo
como si estuviera pegada a sus estrías.



SINOPSIS EDITORIAL

Con el paso del tiempo, "En el camino", un libro que fue la biblia y el manifiesto de la generación beat, se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana. Con un inconfundible estilo bop, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker», en esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty el mítico hipster, el héroe de todos los beatniks, «un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York. Alco- hol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo stablishment. Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg, William Burroughs.



MI LECTURA

El libro fue inspirado en los viajes del autor, Jack Kerouac, quien registró las vivencias durante sus viajes, unos siete años,  vivencias que luego volcó en una novela escrita en menos de un mes. Neal Cassidy fue su amigo y está retratado en la figura de Dean Moriarty, el personaje que acapara toda la atención por su personalidad única.
La forma de escritura es densa, con oraciones largas amalgamadas con puntos y comas, o con muchas comas, pero sin ser sofocante ya que ofrece alternancia con otras oraciones cortas y diálogos vibrantes;  ofrece un avalancha de sensaciones, de lectura sin respiro, como un aluvión de memoria que desborda al narrador, un frenesí. El autor utilizó un rollo de 36 metros de papel para no cortar la escritura página a página, quizás fue lo que brindó a la obra este carácter de fluidez densa (1). El tono es coloquial como quien cuenta a un amigo sobre su pasado, mechando algunas reflexiones pero haciendo hincapié en los sucesos. Está narrado en primera persona y el narrador es testigo de los hechos, desde su óptica transitan los paisajes y las personas a través de su camino. No obstante algunos diálogos, para mi gusto, se vuelven muy artificiosos y poco creíbles como:

—Cuando te dije que tenía que dormir por culpa de Marylou, es decir, porque tenía que verla esta mañana a las diez, no utilicé un tono perentorio con relación a lo que acababas de decir tú sobre lo innecesario que era dormir, sino sólo, sólo, tenlo en cuenta, debido a que de un modo absoluto, simple, elemental y sin condición alguna, necesito dormir ahora, quiero decir, tío, que los ojos se me están cerrando, que los tengo rojos, y que me pican, y que estoy cansado, y que no puedo





Es fundamental contextualizar la obra para comprender el ser de esa generación beat, el paso previo al hipismo, con su auge en las décadas del cuarenta y cincuenta en Norteamérica luego de la crisis de la depresión sucedida en la década del treinta.   La vida del autor y su núcleo de amigos y parejas está marcada por la tragedia, comenzando por la pérdida de su hermano. No quiero caer en una lectura simplista pero quizás el intento de enfrentarse a su insatisfacción sexual, al inconformismo, a la visión de una sociedad armada con el modelo de clase media blanca, le impulsa constantemente a encontrar otro camino por fuera, como en el budismo, o por dentro, en los márgenes. Es un camino de búsqueda de destruir lo impuesto por una autodestrucción. La mujer de unos de sus compañeros de andanzas del autor, Joan Vollmer, muere de un tiro en la cabeza por participar de un jueguito de Guillermo Tell, una de las tantas tragedias en la vida de ese grupo.


Video para meternos en la época, filmado en 1959 en Nueva York con Jack Kerouac y amigos (Fuente: Youtube)

Comencé a leer esta obra con mucha expectativa por ser, según leí, uno de los libros icónicos de la generación beat,  por las buenas críticas como haber sido considerada una de las mejores cien novelas por la revista Time. Sinceramente, estuve tentada de dejarlo varias veces porque siempre esperaba una mirada de mayor profundidad sobre "el camino", el viajar en la búsqueda de algo fundamental y revelador. Por momentos, se me hizo cuesta arriba, sobre todo cuando describe y vuelve a describir el viaje, de ciudad en ciudad, de manera que me parecía que estaba leyendo siempre lo mismo; sumo a lo anterior, la infinidad de personajes que discurren a lo largo de las páginas. Así como sucede la monotonía del poste de luz repetido detrás de la ventanilla de un auto en movimiento, así me resultaron ciertas páginas, para mi gusto, sobrantes. Otras veces, pensé que eran las memorias de quien escribe sus días de parranda y aventura con sus amigos para no olvidarse, eso sí, cambiando los nombres para volverse ficción, para transformarse en su un personaje al estilo de  “viva su propia aventura”, una aventura de hombres adultos en búsqueda de la adolescencia perdida.  Si bien el autor deseaba publicarlos con los nombres reales, la versión que leí no es esa y creo que no es la más conocida.
Quizás sea mi incapacidad, pero entendí el sentido del libro. No obstante, decidí seguir leyendo ya que, a pesar de haber avanzado, aún no podía engancharme. Estaba tratando de que la historia me diera lo que yo deseaba pero, de página en página, me sumergía en las andanzas de un grupo de hombres que solo quieren: sexo, tila y be bop.  Y digo hombres porque es la visión desde una óptica masculina. Me chocó mucho la imagen de la mujer que va construyendo, escrito desde la primera persona por el protagonista, Sal Paradise, un escritor que vive con una tía en Nueva York y en 1946 inicia un viaje a Denver para encontrarse con unos amigos, entre ellos Dean, un personaje que encarna el típico vividor, apasionado  y al margen. Es la óptima masculina hacia una sociedad que aparece siempre por sus esquinas, en sus costados. Mientras leía, me pregunté qué imagen de la mujer se construyó desde dentro del movimiento beat ya que sus fundadores fueron hombres: Jack Kerouac, Neal Cassady, William Burroughs, Herbert Huncke, John Clellon Holmes, y Allen Ginsberg. Quienes se unieron con posterioridad, también han sido hombres: Carl Solomon y Philip Lamantia, Gregory Corso,  Lawrence Ferlinghetti y Peter Orlovsky (2).

La mujer forma parte de un cuerpo exaltado en sus contornos, cuerpo mercancía para el consumo de unos hombres insatisfechos que buscan la satisfacción mediata por el consumo. Me gustaría leer el libro escrito por Carolyn, la mujer de Neil Cassady (Dean) quien relató su experiencia dentro del grupo beat: Off the road (Fuera del camino). Sería interesante confrontar las dos miradas desde los roles de género y las diversas expectativas. Desde ya el título, “Off the road”, es una contestación a “On the road”. En la ruta están ellos, y fuera de la ruta está ella con los hijos, en su hogar. Carolyn falleció hace un poco, tenía noventa años, así que pudo vislumbrar y pensar su experiencia con la distancia del tiempo. En varias de las entrevistas que ella ha brindado, ofrece una mirada muy dura hacia el movimiento beat y hacia la experiencia de estar “en el camino”. Incluso, menciona que mantuvo una relación con Jack Kerouac a la par de continuar su vínculo con Neal pero  Jack sólo la menciona como un personaje secundario, alejada de él.


-Todos creen que fueron años maravillosos de alegría, alegría y alegría, pero no lo fueron en absoluto. Los imitadores nunca supieron lo miserables que eran aquellos hombres (3).
- La "generación Beat" fue un disparate, fue inventado por los medios de comunicación y alentada por Ginsberg (4).
-Nunca hubo nada llamado como “Generación Beat”. Fue un invento de los medios y de Ginsberg. Había muchos individuos haciendo cosas por separado y luego, los medios, los agrupó a todos. Kerouac siempre mantuvo: “No tengo nada que hacer con eso”. Lo cual nunca lo hizo, así tampoco Neal. (5)
-En “On the road” Jack en realidad no me menciona. Él dice que me conoció pero solo eso porque no quería ofender a Neal. Todo el tiempo en Denver, pasamos mucho tiempo juntos y solos.
-Él fue (Neal) tan miserable. Él se aborrecía (loathed) mucho. (…) Jack, por el otro lado, era paranoico y extremadamente sensible. Él juró que podía beber hasta morir. Ambos cometieron un suicidio.


Además de otros estereotipos femeninos, los que aparecen con mayor gravedad son: mujer “puta” y  mujer “madre”.  A veces, esta mujer puta se transforma en mujer madre. El cuerpo de la mujer es para el consumo y se lee cosas como “conseguir chicas”, a la par que una preocupación tan urgente como “conseguir cervezas”.

Yo me las entendía con una chica gorda y sin interés que tenía un perrito y que se enfadó conmigo cuando dije que el perro no me gustaba porque quería morderme. Acordamos que llevara el perro afuera, pero cuando volvió ya me había ligado otra chica, era más guapa pero no la que más me gustaba, y se me pegó como una lapa. Yo trataba de librarme de ella para ligar con una mulata de dieciséis años


—¡Eh, tío! Te dije en Texas que te conseguiría una chica… pues bien, desperézate y despierta del todo; hay unas chicas esperando por nosotros. —¿Cómo? ¿Cómo? —gritó incorporándose de un salto, todo ojeroso—. ¿Dónde? ¿Dónde?


—Ahí la tienes, tío, ésa es la auténtica mujer que necesitamos —dijo Dean en la calle a la luz del amanecer—. Nunca una palabra más alta que otra, nunca una queja; su marido puede volver a casa a la hora que quiera y con quien le dé la gana y hablar en la cocina y beber cerveza y marcharse en cualquier momento. Eso es un hombre y ése es su castillo —y señaló el edificio de apartamentos.


Lo que anhelamos durante nuestra vida, lo que nos hace suspirar y gemir y sufrir todo tipo de dulces náuseas, es el recuerdo de una santidad perdida que probablemente disfrutamos en el seno materno y sólo puede reproducirse (aunque nos moleste admitirlo) al morir. Pero ¿quién quiere morir?



Otro elemento recurrente es la música. Los protagonistas disfrutan del jazz en su vertiente Be bop. Anoté algunos nombres para luego ir buscando las canciones a la medida que leía: Charlie Parker, Max Roach, Dizzy Gillespie. Así se sumó a la visión de la carretera, el sonido de la noche de las ciudades norteamericanas del cuarenta, junto al mambo jambo y otros mambos.

Para completar esos elementos persistentes, también marqué párrafos sobre la religiosidad y el consumo de sustancias. Sobre la primera, está presente la creencia católica, la imagen de los profetas, de la santificación, del delirio casi místico de Dean. “Estar en el camino” podría ser entendido como la búsqueda de una espiritualidad, el deseo de transcender la materialidad de la época evidenciada por el consumo y lo decadencia. En cuanto al consumo de drogas sobre todo se menciona a la tila (marihuana) pero también podemos relacionarlo con el alcoholismo y el ácido, esas sustancias que permiten estar en “lo alto”, como dice el propio protagonista. Pero es una cumbre que siempre es caída.



 Nunca fui una admiradora de la cultura beat. En realidad, siempre me pareció muy superficial en su manera de intentar romper la alienación y darle patadas al sistema desde unos fuegos de artificios que no son ni siquiera un poco de luz. Caer en el consumo de drogas para liberarse no es más que beberse el sistema hasta los codos, ofrecer su cuerpo para la alienación de una sustancia que nos vuelve peleles y, de paso, cuerpo que termina enriqueciendo el comercio de sustancias que son mercancías; es un cuerpo que se escapa de un consumo para ingresar a otro. Igual reflexión me merece  el “consumo del sexo”, el cuerpo humano ofrecido por unos pocos dólares. El tema del consumo y el poder americano está presente, sobre todo, cuando viajan a México. En este viaje uno logra adentrarse en el universo de los protagonistas cuando comparan la vida mexicana y la identificación de los mexicanos por “sus chabolas”, “la miseria” y la “pobreza”. A los protagonistas les basta ver detrás de una ventanilla de un automóvil que va a altas velocidades una “casucha”, para saber que ahí viven mexicanos, incluso cuando habla de una ciudad.

Era la grande y definitiva ciudad de los salvajes y desinhibidos indios.

…todo México era un campamento de gitanos.

Los mexicanos son pobres.

¡Auténticas chozas miserables!, tío, de esas que sólo se encuentran en el Valle de la Muerte, e incluso mucho peores. Esta gente no se preocupa de las apariencias.

El vestíbulo del hospital estaba lleno de mexicanas pobres, algunas preñadas…

Y dentro de la obra van apareciendo estereotipos, incluso el mismo narrador se encarga de ir dejando en claro que no es lo mismo ser “beat” que ser “hipster” o que ser “mexicano” o que ser “mujer” o que ser “okies” o un “marica”. Toda una multitud de identidades contrastivas que resaltan ante los ojos del narrador.


En el bar vimos un espectáculo horrible: acababa de entrar un hipster blanco muy marica llevando una camisa hawaiana y le había preguntado al enorme baterista si podía sentarse junto a él.


El camino es la vivencia del hoy, del carpe diem, “aprovecha el día y no confíes en el mañana”, del disfruta y vive solo para este día; es el signo de una actualidad aún vigente, el ímpetu de alcanzar la felicidad por la satisfacción del ahora, del gozo sensual del cuerpo que nunca alcanza a completarse; un siempre irse a buscar eso que falta, viajar para llegar y para partir. En cada inicio de un viaje se abre y se cierra un círculo, el de la insatisfacción del ahora y la satisfacción del segundo después, siempre en estado de expectación, de posibilidad.




Al leer sentí que era una obra caduca y traté de meterme en la generación beat, en qué pensaban, en qué creían. Digo caduco porque lo que fue una revelación y un “golpe” como  hablar de sexo con menores, consumo de drogas, música que crecía separándose del jazz, un libro muy consumido, censurado y venerado, hoy se me presenta sin chispa, desinflado, perdón, es lo que sentí mientras leía. A dios gracias, el machismo ya molesta y tiene olor a rancio. El mayor impacto radica en  que son las memorias camufladas en una novela. Seguramente, si fuese una novela donde se construye un mundo ficcional anclado en esa época, no me “pegaría” tanto.
El camino no es "en el camino" del despojo, es el camino de aferrarse, de atiborrarse el cuerpo de sexo, de droga, de noche, de revolcarse en los lugares de los excluidos, marginales; es la intensión de darle un reventón al sistema que no llega ni a patadita, o quizás eso, patadita individual y egoísta. Es un camino de desesperación de seres agotados que no encuentran el hilo hacia su propia trascendencia. Es la performance del vagabundo como una actuación seudo liberativa, es ponerse en la calle para ofrecerse a la pobreza siguiendo asociaciones trilladas al estilo: pobres/ simples / terrenos / viviendo el hoy / en contacto con la naturaleza.  Quizás "en el camino" es el estado de la búsqueda de aquello que jamás se encuentra, es la necesidad y urgencia de irse siendo siempre un deambular de un sitio a otro sin saber dónde aferrarse, un irse para extrañar el volver, para que el vivir en ese sitio de origen sea soportable.
Hay algunos sentimientos o emociones que reaparecen: la exaltación y la tristeza. Los protagonistas van de un polo a otro pasando de la exaltación al escuchar el jazz y al ver una selva, a una tristeza abrupta, la tristeza del desencanto y de la miseria.


Quedamos tumbados de espaldas mirando al techo y preguntándonos qué se habría propuesto Dios al hacer un mundo tan triste.

Al anochecer paseaba. Me sentía como una mota de polvo sobre la superficie triste de la roja tierra.


No obstante, siempre se lee ese deseo de volver a los orígenes del salvaje, del buen salvaje al estilo de Rousseau, un estado de naturaleza, la pureza del campo, la incontaminación de lo agreste. Pero por otro lado, reaparece la visión de civilización y el deseo de llevarles a esos “indios” los adelantos y las “mejoras”, por ejemplo, regalándole relojes americanos. Ese es un “indio inmortal”, siguiendo la lectura,  que aún pervive en el de nuestro día, una mirada que desdobla a la humanidad de manera que por un lado encontramos a los siempre idénticos en una especie de estasis que guarda el germen de la simpleza primigenia y, por otro lado, el contemporáneo de ciudad, “civilizado”, que avanza mediante el progreso y el adelanto tecnológico, que cambia, evoluciona. Pisar un pasto y vivir en una choza es un rito de limpieza, léase una moda de la miseria.  La imagen del protagonista disfrutando de  la tarea de cosechar a mano el algodón casi en estado místico puede ilustrar esta idea. Por supuesto,  una vez completado el rito, que no llega al año, se vuelve a la misma cotidianeidad. Otra sería la idea si hay que cosechar algodón toda la vida: ni blancura del algodón, ni simpleza de una tarea que no requiere más que la pinzas de los dedos.


Podía pasarme toda la noche allí con la cara expuesta a los cielos, y los cielos no me harían más daño que un manto de terciopelo que me envolviera. Los insectos muertos se mezclaban con mi sangre; los mosquitos vivos intercambiaban otras porciones de mi cuerpo; empezó a picarme todo y a oler yo mismo a la rancia, caliente y podrida selva; el pelo, la cara y los pies olían a selva.


En el campo, un viejo trabajaba con un burro. El sol se levantaba puro sobre las puras y antiguas actividades humanas.


…indios solemnes y graves, eran el origen de la humanidad, sus padres. Las olas son chinas, pero la tierra es asunto indio.

La naturaleza se contagia de pobreza, de pereza, de inercia. El auto que transita entre montañas y campos, de ciudad en ciudad, es el símbolo que reúne a esos viajantes. El automóvil (coche) termina siendo el icono de la vida americana, de su sentimiento de progreso de la mano de la tecnología, sobre todo cuando ese auto es uno de los más poderosos medidos por la velocidad máxima que es capaz de alcanzar. Recuerdo una escena donde ellos se maravillan de poder manejar uno de los autos más veloces del mercado. Y a través de los vidrios del auto, la visión americana del afuera, la suya y la de Latinoamérica.


..era como conducir a través del mundo por lugares donde por fin aprenderíamos a conocernos entre los indios del mundo, esa raza esencial básica de la humanidad primitiva y doliente que se extiende a lo largo del vientre ecuatorial del planeta.




Todas estas paradojas me llevaron a construirme la visión de unos personajes insatisfechos y confusos, que no saben lo que quieren, que lo que desean es algo, digo algo abstracto, pero sin saber qué. Eso los impulsa al camino, a moverse hacia un punto muerto. Entre estas contradicciones puedo mencionar: mujer puta / mujer de su vida, salvaje puro / salvaje miserable, pobreza triste / pobreza pura, civilización corrupta / civilización salvadora.


¿Por qué no hablar también del miedo? Miedo a la rutina, miedo a la vida mediocre de un padre de familia trabajador, de quien encarna los ideales y valores del “sueño americano”, miedo a la imposibilidad de vivir a pleno el día a día, miedo a no poder escapar, miedo al anclaje.

Así como lo efímero de un paisaje que pasa flotante a través de un vidrio de un auto en movimiento, las relaciones amorosas reflejan este desarraigo y esta imposibilidad de anclarse. Todo fluye pero solo pervive la urgencia del movimiento, movimiento hacia otro sitio, la urgencia de un miedo que no tiene nombre.

PERSONAJES: QUIEN ES QUIEN

No obstante la obra está basada en la vida del grupo de amigos y conocidos del autor, traté de no estar buscando similitudes totales con la realidad, como en búsqueda de datos biográficos. En las primeras ediciones se censuraron ciertas partes y además se optó por el cambio de nombres, cuestiones que, con posterioridad, fueron anuladas. La versión que yo leí no tiene los nombres originales y tampoco leí reseñas o críticas que mencionaran la versión sin censuras.  
         Dejo algunos de los nombres reales que sirvieron de inspiración de sus personajes.


Camille = Carolynn Cassady
Marylou = Luanne Hendersonn
Salvatore Paradise = Jack Kerouac
Dean Moriarty= Neil Cassady
Carlo Marx = Allen Ginsberg


De todos los personajes el que más me impactó por su desarrollo y avance, así por su complejidad, es el de Dean. Es tal el magnetismo de este personaje que el  protagonista, Sal, queda en un segundo plano y es arrastrado por Dean, apenas un intento de imitación que demuestra la admiración que un seguidor profesa hacia su líder.
         Dean demuestra una gran inteligencia y carisma, con un empuje para emprender cualquier cosa, incluso, escritor o ladrón de autos. Toma lo que le ofrece la vida, viaja a alta velocidad desde el interior hacia el camino, es un aluvión de energía dispuesto a romper cualquier norma. Es el líder de ese grupo que se torna manada, quien determina las formas de relación, los objetivos y las salidas. Incluso, por momentos, toma el cariz de un profeta oscilatorio, inestable, siempre la borde de la explosión mística que lo vuele, que lo libere.


Un pariente occidental del sol, ése era Dean.

Dean se reía. Durante años había sido el gran profeta del grupo y ahora todos habían aprendido su técnica.


ADAPTACIONES

Fue llevado al cine y dirigida por Walter Salles, estrenándose en el año 2012. Ciertas escenas fueron firmadas en la Patagonia Argentina. No sé si es por cuestión de costos pero me hubiera gustado que se respetasen los caminos y rutas que se mencionan en el libro.
         Como anécdota, Jack Kerouac envió una carta a Marlon Brando para que interpretar el rol de Dean. Me encanta Marlon Brando y me imagino que hubiera estado fenomenal en la película. Fue un deseo frustrado. Recién en 1979 los derechos fueron comprados por Francis Ford Coppola (6).

Trailer



FRASES SUBRAYADAS




¡Hay tantas cosas que hacer, tantas cosas que escribir! Cuánto se necesita, incluso para empezar a dar cuenta de todo sin los frenos distorsionadores y los cuelgues como esas inhibiciones literarias y los miedos gramaticales…

Me desperté cuando el sol se ponía rojo; y aquél fue un momento inequívoco de mi vida, el más extraño momento de todos, en el que no sabía ni quién era yo mismo: estaba lejos de casa, obsesionado, cansado por el viaje, en la habitación de un hotel barato que nunca había visto antes, oyendo los siseos del vapor afuera, y el crujir de la vieja madera del hotel, y pisadas en el piso de arriba, y todos los ruidos tristes posibles, y miraba hacia el techo lleno de grietas y auténticamente no supe quién era yo durante unos quince extraños segundos. No estaba asustado; simplemente era otra persona, un extraño, y mi vida entera era una vida fantasmal, la vida de un fantasma.

Estábamos en el techo de América y lo único que hacíamos era gritar; supongo que no sabíamos hacer otra cosa…

Missouri por la noche, y los campos de Kansas, las vacas nocturnas de Kansas en los secretos desiertos, pueblos de cartón con un mar al final de cada calle…

Todo el interior de unas vidas interminables y sin final que es vacío. Lastimosas formas de ignorancia.

Estaba solo en la puerta de la calle, contemplando lo que pasaba por allí. Amargura, consejos, moralidad, tristeza… todo eso quedaba a sus espaldas, y ante él se abría la desnuda y estática alegría de la pura existencia.


Lo mismo que la lluvia que relaciona todas las cosas del mundo entero…

¿Qué se siente cuando uno se aleja de la gente y ésta retrocede en el llano hasta que se convierte en motitas que se desvanecen? Es que el mundo que nos rodea es demasiado grande, y es el adiós.

No puedo ofrecer más que mi propia confusión.

En la cárcel uno se promete el derecho a vivir.

—Problemas, ya ves, son la palabra que generaliza los motivos por los que Dios existe.



CONCLUSIÓN

A pesar de las críticas de más arriba, de lo denso que me fue leer sobre viajes que se repetían hasta perder mi interés, fue una lectura positiva ya que me permitió adentrarme en una época y en un estilo de vida. El beat fue apenas un golpe contra la omnipresencia de una sociedad que continúa con sus propios ritmos.
Yo creo que no hay liberación individual posible y me permito el pesimismo. No se puede cambiar la cultura como cambiarse un anteojo. La cultura nos ha formado como sujetos, nos ha construido, forma parte de nuestro esqueleto, de nuestro ojo y nuestras células. Ni somos más orientales por citar a Confucio, ni más liberados sexualmente por tener sexo con quien tenemos ganas. Hay que estirar más atrás e ir hacia el nudo dónde se forjó nuestro concepto de felicidad. Es una felicidad anclada en la satisfacción de las necesidades, un hedonismo de lo más radical (7). Y no hay nada más terrible que tratar de alcanzar ese estado de felicidad por las necesidades ya que estas no se satisfacen jamás. Siento sed, sed, sed. Luego siento deseos sexuales, más deseos sexuales, más deseos sexuales. En este mecanismo entre la necesidad y la satisfacción median las mercancías. Siento sed: compro agua mineral o gaseosa, pago por el agua de mi canilla; siento deseos sexuales: pago a una prostituta, compro una revista porno, compro un consolador, transformo al otro en objeto de placer y lo uso y lo tiro, a la par que nos decimos somos "liberados sexual". Yo me reclamo como sujeto de derecho transformando al otro en objeto, valga la paradoja. Y están las nuevas necesidades que se nos inyectan a la par que se ofrecen nuevas mercancías para satisfacerlas. ¿Qué liberación hay en esto? Yo leo el autoengaño de creerse liberado siendo uno de los hijos más feroces del sistema, el cuerpo donde este sistema caló hondo al extremo de una hipertrofia que se niega a sí misma y se sostiene por su contraparte. ¿No estamos confundiendo una moda pasajera de clase media y alta con un movimiento de cambio social y cultural profundo?
Ninguna liberación sucede en una vida. Se necesitan muchas generaciones para poder realizar un cambio, que es un proceso de extrema lucidez. Quizás es necesario avanzar hasta acá, romper, seudoliberarnos para luego llegar más allá, en un proceso de ruptura que siempre es desgarrador y violento. Nos hemos construido como sujetos e individuos arrastrados por una necesidad y por el deseo del éxito medido por las posesiones materiales. Nos resulta difícil pensarnos en una sociedad con pasado y con futuro. Pero siempre es un pacto social ya que mi ser no puede ser separado del ser venidero, lo iniciado en esta generación será continuado muchas generaciones más adelante. Y esto, entonces, es un acto de fe.


Por Keren Verna


REFERENCIAS

(1) Indihoy
(5) Esbn
(7) Eric Fromm. (1980) ¿Tener o ser? Fondo de Cultura Económica


Las imágenes pertenecen a  los siguientes sitios:



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