sábado, enero 30, 2016

Ánima (Frases Subrayadas)


 Ánima deWajdi Mouawad



Una sombra cubría por oleadas los valles profundos de su rostro, haciendo aún más desgarradora la intensidad de su afligida mirada.

Algo no va bien. Hay una pared invisible. Al otro lado está el aire separado del agua.

Ignoro si estos seres son conscientes de mi presencia. El mundo marino en el que vivo no parece existir para ellos y aunque puedo observarlos permanecen impregnados de misterio y de un halo de absoluta incomprensibilidad. Enigma de los enigmas.

  
Bordeo la pared. Estoy solo en el universo. Aparte de mí no existe ninguna otra forma de vida. Avanzo hacia lo insondable.


Siempre puede haber algo más violento…




Jamás había visto tanta tristeza en un humano.


Lo seguía como se sigue a un semejante y ya no sabía si era para hacerle daño o para protegerlo.


¿Tendría él el mismo sueño? ¿Y sería posible que por una sola y única vez, humano e insecto compartiéramos el mismo deseo?


—Los gatos existen para que el hombre pueda acariciar al tigre. Es verdad, ¿no te parece?


Los humanos tienen un don para la ausencia: dicen Fulano está triste, pero Fulano no está. Dicen Un día tendré tiempo, pero el tiempo no está. Presumen de todo. Los humanos dicen Mi casa. Dicen Tengo un jardín. Dicen Mi familia, mis amigos. Dicen La gente, dicen El mundo. Los humanos dicen Mío, mía, míos, mías.






¡No hay nada como los hombres para gritar a los hombres!


La lluvia arreciaba. Parecía una tonelada de aplausos, un triunfo infinito sobre el tejado de la casa.


El ser humano es un túnel estrecho, hay que internarse en él si quieres conocerlo. Hay que avanzar en la oscuridad, aspirar el olor de todos los animales muertos, escuchar los gritos, los dientes que rechinan y los llantos. Hay que andar, hundir las patas en un charco de sangre y trepar por un hilo de oro abandonado por el propio ser humano, cuando no era más que infancia y ningún tejado cubría su techo. Animal entre animales, aún no sufría. El humano es un túnel y todo humano llora su cielo desaparecido. Esto lo sabe el perro y por ello es infinito su afecto por el humano.




  
No todos los humanos son trampas, no todos son veneno, quiero decir con esto que no todos son humanos, algunos no han sido infectados por la gangrena.



Todo duerme. La carretera está desierta. Un árbol solitario alza el enrejado de sus ramas hacia el cristal del día que ya declina.



Las vibraciones de la tristeza no pertenecen a nadie y cada animal tiene su propio canto de dolor.


Nosotros, los perros, percibimos las emanaciones cromáticas que los cuerpos de los vivos segregan cuando los embarga una violenta emoción. A menudo, los humanos se ven aureolados por el verde del miedo o el amarillo de la tristeza o a veces incluso por colores más raros: el azafrán de la felicidad o el turquesa del éxtasis. Este hombre, cansado, agotado, engullido por la opacidad opalina del camino, exhala desde el centro de su espalda el negro del azabache, color de la deriva y los naufragios, patrimonio de las naturalezas incapaces de librarse de su memoria y su pasado.


Él camina sin alas, yo revoloteo sin piernas.


Con penosa lentitud, contó las mismas historias, empezando por la de nuestra ciudad, Angola, que aunque fue construida por negros procedentes de África, hoy goza de una economía saludable y de un nivel de vida envidiado por todas las ciudades de Estados Unidos.

Agujerea el silencio. Se duerme.

Iba bajo la lluvia mientras sus semejantes iban bajo el paraguas.

El silencio siempre gana. Los humanos lo temen como temen a la oscuridad.

Somos una multitud en las inmediaciones del exuberante camino, acurrucadas en los huecos de las piedras o entre el follaje de los matorrales, para proteger nuestra luz. Brillamos lejos de la claridad diurna, lejos de las ciudades y lejos de los humanos. Somos el polvo antiguo de la inocencia olvidada. Aún existimos. Eternamente habrá tinieblas donde poder trazar nuestros evanescentes rayos y eso es algo que durará mientras duren las noches oscuras. Su desaparición significará nuestra desaparición. Será el final de los tiempos primitivos. Ya no habrá nadie para transportar, en la intimidad de los lagos y de los ríos, los brillos fosforescentes que den réplica a las estrellas. Pero hasta que la luz cegadora no diezme el mundo de las sombras, podremos seguir desgranando nuestro fulgor. No nos rendiremos. Luciremos. La persistencia de las luciérnagas teñirá los valles…


...así como el perro salvaje salvará al hombre desvanecido. Él será su sombra y el otro será su luz. Él lo convertirá en su amo y el hombre lo convertirá en su perro. Nada será capaz de separarlos. Irán el uno al cuidado del otro, el uno tras los pasos del otro, unidos por su destino hasta los confines del mundo y ya no tendrán miedo del miedo a morir.


Nada de amor, tan solo vida dura y alcohol y la estúpida esclavitud de los caminos trazados antes de nacer.


La desaparición de los seres es una caracola hueca. Te la pegas a la oreja y algo susurra en el vacío.

Grises y blancos. Ningún color. Visión tras visión, imagen tras imagen | Árboles en llamas | Alineación de cañones caídos, sacados de sus puntales | Humanos muertos en medio de casas derruidas | Humanos unos al lado de otros | Humanos colgados de una cuerda | Humanos de pie unos al lado de otros | Humanos sentados unos al lado de otros | Humanos de mirada melancólica | Caballos vivos | Caballos muertos | Rostros humanos atenazados | Rostro humano desfigurado | Rostro humano | Espaldas humanas | Esqueletos humanos | Fosas 1 Fosas de bestias y de humanos | Humanos | Casas | Ruinas | Embarcaciones destruidas en mitad de las aguas |


Me separa un abismo de la palabra. Cómo consolar a un humano.



¿Quién sabrá acercarse al mutismo de las bestias?

El cielo no ha visto nada más bestial que el hombre.


¿Cómo responder cuando uno se siente como un loco que intenta atrapar con las manos el verbo ser, conjugándolo en un presente pulverizado?



Hay seres que nos conmueven más que otros, sin duda porque, sin que nos demos cuenta ni nosotros mismos, poseen una parte de lo que a nosotros nos falta.


  
...emergieron, como diría uno de aquellos animales, caballo, mosca o cerdo, los gritos de todos los que han muerto en el silencio y el olvido, niños, mujeres, hombres, bestias y dioses, que tapizan con espesas capas los siglos y los cielos.



Notas: las imágenes son de Dustin Scarpitti y de Eric Huang


jueves, enero 28, 2016

Ánima (Fragmentos)

La imagen es de Frances Grunn para Unsplash


Los humanos están solos. A pesar de la lluvia, a pesar de los animales, y de los ríos y de los árboles y del cielo, a pesar del fuego. Los humanos se quedan en el umbral. Han recibido el don de la verticalidad y, sin embargo, se pasan la vida encorvados por un peso invisible. Algo los aplasta. Llueve: y se ponen a correr. Esperan la llegada de los dioses, pero no ven los ojos de las bestias que los miran. No oyen cómo los escucha nuestro silencio. Encerrados en su razón, la mayoría no conseguirá nunca franquear la sinrazón, o lo hará al precio de una iluminación que los dejará locos y exangües. Lo que tienen entre manos los absorbe y, cuando las manos están vacías, se las llevan a la cara y lloran. Los humanos son así.


De Ánima de Wajdi Mouawad

miércoles, enero 27, 2016

Fallout 4 (Las mujeres de ahora usan consola)



He estado enganchadísima con la nueva entrega del juego de rol  y estrategia de  Fallout4 desde que salió a fines del año 2015. Es el cuarto título de la saga desarrollada por Bethesda Studios.


         En este juego comenzaremos en los minutos previos al desastre nuclear que afectó a todo el planeta sumiéndolo en una contaminación radiactiva donde la vida se sostiene apenas entre los mutantes y efectos devastadores.  Ya en la introducción se recalca el nudo de la historia: “La guerra no cambia nunca”.  Se alude al  fin de la Segunda Guerra Mundial tras los ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki, seguida de la Gran Guerra.



Lo más interesante del juego es la posibilidad de explorar una historia conjetural de un mundo paralelo donde, luego de la Segunda Guerra, se ha utilizado la energía nuclear de manera masiva y China y el comunismo construyó el poderío mundial hasta concluir con una nueva guerra, guerra que comienza en octubre del 2077. El mapa que iremos descubriendo es Boston, Massachussets, recreando espacios como  el monumento de Bunker Hills,  el monumento a Paul Revere y muchos más.


         Sobrevivimos gracias a haber sido beneficiados con un espacio en el Refugio 111 construido por Vault-Tec. El impacto del antes y el después es demoledor, el mundo convertido en un vertedero de basura y la vida arruinada por el veneno invisible de la radiación. Como se lee en la página oficial: “Solo tú puedes reconstruirlo y elegir su futuro”. De esta manera somos artífices de la reconstrucción, siendo el protagonista el único testigo de cómo era antes el mundo.



        
La estética es preciosa, un postapocalipsis retro, inspirada en la década del treinta y cuarenta norteamericana, mucho vintage y máquinas reformuladas. La banda sonora está genial y escuchar la radio en el juego es una pasada. Las canciones interpretadas por Linda Carter le dan una atmósfera de cine clásico de Hollywood.





El juego plantea una historia de base que el jugador irá desarrollando a medida que toma decisiones, escoge líneas de diálogos. Esto es lo más interesante, poder armar tu propia ficción según tus deseos: ¿vas por un personaje pura bondad?, ¿vas por un personaje puro egoísmo?  Por no hablar de los planteos morales que te ofrece y te hacen replantearte además tu propia vida: ¿sobrevivirías siendo desinteresado en un mundo al borde del colapso?, ¿qué serías capas de hacer?, ¿cómo crees que podría salvarse la humanidad?, ¿habrá más guerras? En este sentido puede leerse como esos libros donde el lector arma su propia aventura ya que cada elección de diálogo, cada acción que emprendemos, impacta en los acontecimientos futuros.

Lo que más me gustó:
-La historia
-El mundo abierto y la estética

Lo que menos me gustó:
-La repetición de misiones
-La poca amplitud en las decisiones morales


¿Lo jugaron? ¿Qué opinan?

martes, enero 26, 2016

Ánima (Mi Lectura)



Ánima
Wajdi Mouawad
Editorial Destino
Páginas: 448
Isbn: 9788423347773
Novela

 Wahhch Debch descubre el cuerpo de su mujer, brutalmente violada y asesinada, en el salón de su casa. Empujado por el dolor, se lanza a la caza del asesino: necesita ver su rostro, pero no por venganza, sino por supervivencia. Durante su odisea a través de América, solo y sin esperanza, brutales recuerdos escondidos en los pliegues de su infancia despiertan poco a poco. Para evocar la parte monstruosa del ser humano, Wajdi Mouawad hace callar al hombre y da voz a los animales: son ellos quienes nos narran la escalofriante búsqueda de la verdadera bestia.Ánima nos lleva por un camino desconocido a un territorio entre el thriller, el western y la tragedia griega, un lugar inhóspito y de una violencia feroz que sin embargo no queremos abandonar y que somos incapaces de olvidar cuando hemos acabado el libro: ese espacio nuevo, amenazante y a la vez redentor de la gran literatura.


ASÍ COMIENZA
Bestiæ veræ Felis sylvestris catus carthusianorum
Habían jugado tantas veces a morirse el uno en los brazos del otro, que al encontrarla ensangrentada en mitad del salón se echó a reír, convencido de estar asistiendo a una representación, a algo grandioso que consiguiera sorprenderlo esta vez, anonadarlo, pasmarlo, hacerle perder la cabeza, quedarse con él.



Pocos libros me han perturbado tanto a tal punto de tener que dejar de leer porque sentía que el estómago se me vaciaba. Es un libro con una escritura única, de un estilo cautivador,  con una apuesta a narradores fuera lo común, este último aspecto fue lo que me decidió a comenzarla. La elección de estos narradores es esclarecida en la misma novela, lo cual me resultó fantástico.


Ánima de Wajdi Mouawad narra la historia de Wahhch Debch quien al llegar a su casa se encuentra con que su esposa ha sido torturada, violada y asesinada de manera brutal. Desde este suceso, comienza el recorrido por hallar al asesino y entender su propia vida. El autor, según cuenta al final de la novela, tardó diez años en terminarla. Resuena el  campo de refugiados de Sabra y Chatila, quienes fueron torturados y  masacrados en 1982 por israelitas y cristianos en una de estos episodios que nos deja la intolerancia religiosa y que se hermana con el fanatismo racial, entre otras intolerancias humanas.

La intensidad de los sucesos aumenta hasta dejarnos con una sensación de desesperanza y desesperación, con la  inutilidad de la compasión y de la bondad. Es un libro que me desarmó. Yo soy antropóloga y he leído sobre el ser humano pero ante los sucesos que se describen en la novela me he quedado sin teoría y sin palabras. La novela puede leerse como un buceo en las profundidades de la maldad humana y de la hipocresía, ambos aspectos contemplados por los animales, los testigos de esta historia. Los narradores son testigos que observan los sucesos siempre desde afuera. Es así que apareceremos ante los ojos de las arañas, mofetas, perros, gatos, boas, entre otros, como lo que hemos sido: seres incapaces de tolerar y dotados de una crueldad sin límites, una crueldad única, una crueldad nacida de sí misma y volcada hacia el mundo para volverse de nuevo hacia sí como un estómago abierto que engulle y se cierra. La crueldad no nace de una necesidad vital como la alimentación en las arañas o las serpientes, sino del placer, un hedonismo extremo que se sustenta en el horror. Así puede ser entendido el espectáculo de riñas de gallos, de peleas de perros, la caza del venado, de masacres de toros o la tortura de niños. La muerte sin más sentido que el placer del horror, la crueldad como último sentido.



Ignoro si estos seres son conscientes de mi presencia. El mundo marino en el que vivo no parece existir para ellos y aunque puedo observarlos permanecen impregnados de misterio y de un halo de absoluta incomprensibilidad. Enigma de los enigmas.


Jamás había visto tanta tristeza en un humano.


Los humanos tienen un don para la ausencia: dicen Fulano está triste, pero Fulano no está. Dicen Un día tendré tiempo, pero el tiempo no está. Presumen de todo. Los humanos dicen Mi casa. Dicen Tengo un jardín. Dicen Mi familia, mis amigos. Dicen La gente, dicen El mundo. Los humanos dicen Mío, mía, míos, mías.

 
Imagen de playbuzz y editada por mí



La diferencia entra la mirada humana y la de los animales está marcada, además, por la lírica. Uno esperaría que fuese dominio humano pero aquí el autor trastoca la visión y nos muestra que las “bestias” tienen más compasión y lirismo, una mirada más bella y profunda que la nuestra.

Somos una multitud en las inmediaciones del exuberante camino, acurrucadas en los huecos de las piedras o entre el follaje de los matorrales, para proteger nuestra luz. Brillamos lejos de la claridad diurna, lejos de las ciudades y lejos de los humanos. Somos el polvo antiguo de la inocencia olvidada. Aún existimos. Eternamente habrá tinieblas donde poder trazar nuestros evanescentes rayos y eso es algo que durará mientras duren las noches oscuras. Su desaparición significará nuestra desaparición. Será el final de los tiempos primitivos. Ya no habrá nadie para transportar, en la intimidad de los lagos y de los ríos, los brillos fosforescentes que den réplica a las estrellas. Pero hasta que la luz cegadora no diezme el mundo de las sombras, podremos seguir desgranando nuestro fulgor. No nos rendiremos. Luciremos. La persistencia de las luciérnagas teñirá los valles…

         Las diferencias culturales, de género y religiosas demarcan el territorio de los espacios donde unos se enfrentan a los otros, sumando a lo anterior,  el límite entre el humano y el animal. La novela explora el maltrato al que sometemos a todas las especies, incluso la propia. No hay paz para el humano ni en su propia especie.


El tema político está presente tanto en la masacre de Chatila como en los manejos de los asesinatos en Canadá y Estados Unidos, así como en otros sucesos que no voy a adentrarme por no develar la trama. Resalta lo patético de la impunidad, de los discursos legitimadores volcados siempre hacia legitimar el mismo dominio, la absolución de quienes han cometido tantas masacres, la impunidad, las víctimas y el horror que crece como una flor negra sobre la tierra. Los niños que por un lado son “protegidos” por los derechos pero que, en realidad, son trazos en un papel que no llegan a la vida cotidiana de quienes son reventados con bombas bajo la supuesta protección de ese papel garabateado que solo abre la realidad de la desprotección, la hipocresía tan contemporánea. Recuerdo a mi país, Argentina, cuando se indultaron a los masacradores que actuaron en la conocida dictadura argentina y tengo el recuerdo fresco de apenas unos días de un bebé arrojado en una bolsa de nylon así como el niño del Chaco que murió de hambre durante el anterior gobierno en tanto que ese mismo gobierno negaba las cifras de la pobreza en sus estadísticas oficiales y decía que  “estamos mejor que Alemania”, y lo peor, le creían.

Lo que ocurrió en 1982 nos dejó traumatizados. Por fuerza. Centenares de cristianos, bajo la mirada de centenares de judíos, masacraron a centenares de árabes.

Mientras leía, me preguntaba si no estaremos realmente en el infierno  y no nos damos cuenta. Sólo así podría llegar a entender la conducta de los torturadores y de los legitimadores de estas torturas. ¿Qué esconde la mente de quien tortura? ¿De quien le causa gracia y se destornilla de risa ante un ser humano retorcido de sufrimiento? ¿Qué sociedad es ésta que engendra estos monstruos que son incapaces de compasión? Yo no creo en catalogarlos de “enfermos”. Creo que son malignos y creo que la maldad no tiene cura. Digamos que si tuvieran cura no habría maldad pero la evidencia de las masacres que persisten demuestran que no se cambia el alma con una pastilla.
         ¿Qué nos queda? ¿Cómo viviremos a pesar de todo esto? ¿Es posible vivir conociendo tanto horror? ¿Merecemos ser salvados?
         Una vez mi veterinario me dijo que los gatos no son rencorosos y perdonan. Lo dijo cuándo le conté las torturas al que fue sometido el gato que rescaté y aún así sigue confiando en los seres humanos. Lo recordé cuando leí la novela. Lo miraba y pensaba qué pasará por su mente de gato en tanto me mira.

 El cielo no ha visto nada más bestial que el hombre.

Me separa un abismo de la palabra. Cómo consolar a un humano.



Da miedo la violencia extrema, la de cadena y balazo, la de cuchillo y bomba. Pero da más miedo la invisible, la cotidiana y la legitimada. Uno puede arrastrar una cadena durante años hasta que se harta, pero el dominio de la violencia no vista se puede arrastrar por generaciones. ¿Cuántas veces hemos cenado en familia mientras nos hemos reído por los dichos del tal Simon, el jurado de un programa de TV, quien somete a humillación pública a un concursante hasta hacerle llorar? ¿Cuántas veces leemos blogs donde quien escribe solo tira mierda todo el tiempo, defenestra a todo el mundo, eso sí, con altura “intelectual”, hablando de literatura, haciéndose el Simon literato contra los escritores? ¿Cuántas veces hemos sido partícipes de la destrucción de críticas demoledoras y no hemos sido capaces de invertir esa misma energía en construir? Es el mismo goce por causar daño. Es la misma cara de nuestra humanidad deshumanizada o quizás la humanidad bien humana, aquello que nos caracteriza y que ha algunos nos duele tanto comprender.


Leyendo sobre la vida del autor, también comprendí ciertos aspectos de la obra. Wajdi Mouawad es libanés y emigró de su país a raíz de los conflictos bélicos con sus masacres. Luego de una estadía en Francia, se radicó en Canadá. Muchos de los lugares que se mencionan en la novela pertenecen a Canadá como a Estados Unidos.

 
La fotografía es de Wojtek Kwiatkowski 

No obstante la desesperanza y la devastación, en la novela se incorpora la visión de Homo sapiens sapiens. De esta manera se obra en dos direcciones: por un lado, se incorpora al ser humano como uno más del reino animal; por otro lado, se segrega a los seres humanos en dos grupos, los compasivos que se guían por la bondad y los crueles que se guían por la maldad. El tema de la bondad y la crueldad humana está presente a lo largo de toda la historia. Dentro del reino de los animales, somos los únicos que podemos elegir entre la bondad y la maldad, aspectos inexistentes en el mundo de quienes se mueven solo por el instinto. No hay instintos en los humanos. En esto, nos hemos separado por completo del resto de las especies. Nuestro mundo es completamente simbólico. De aquí nuestra responsabilidad y la maldición de la libertad, la de deber elegir siempre.



TEMAS QUE ABORDA

La crueldad humana
La intolerancia ante las diferencias culturales, religiosas, étnicas.
El uso que hace el ser humano de las demás especies consideradas como objetos, negándoles la capacidad de percibir, de sufrir.
La maldad humana ante una bondad escasa


LITERIGATOS
Varios gatos se cruzan en el camino del protagonista.
Me quedo con una frase sobre gatos:

Los gatos existen para que el hombre pueda acariciar al tigre.



Es una novela desgarradora que nos permite vernos a través de los ojos de las especies con la que convivimos y que incluso forman parte del trasfondo de objetos o de invisibilidades en este reino dominado por una sola especie: Homo sapiens sapiens. La novela desarrolla un tono lírico en ciertos pasajes, lirismo que recae en la visión de las otras especies ante la contemplación de la humanidad.


         Cierro este post con poema de  William Blake de 1794.

La crueldad tiene corazón humano
y la envidia humano rostro;
el terror reviste divina forma humana
y el secreto lleva ropas humanas.

Las ropas humanas son de hierro forjado,
la forma humana es fragua llameante,
el rostro humano es caldera sellada
y el corazón humano, su gola hambrienta.






lunes, enero 25, 2016

Las mujeres de ahora usan consola (Sección Mujeres con consola)



El título de esta sección es un poco en broma ya que las de antes también jugaban a los videgames pero era una especie de círculo masculino. Hoy día, más mujeres disfrutamos de los videogames y hasta las abuelas y señoras de más de cincuenta están comenzando a adentrarse en los universos virtuales y a manejar avatares. Es más, según estudios recientes, las cifras de las mujeres con este pasatiempo puede ser casi igual y hasta superior a la de los varones. Evidentemente, estemos de acuerdo o no con las cifras y las formas de recabar esta información, es una tendencia. Incluso, es común encontrarse con parejas gamers y parejas que también lo son en espacios virtuales como dentro de Second Life o de Lineage.
        


Yo amo los videogames desde que era chica. Quería crear videogames y había tomado clases de Basic, por entonces era lo que se usaba pero no era par mí. Yo quería crear mundos, personajes, situaciones. Esto lo hago con la escritura. En mis ratos libres me gusta jugar para vivir una historia desde dentro, sumergida en un mundo visual, como una película que vas construyendo paso a paso.

         En esta sección, dejaré datos sobre los videogames que estoy jugando, aquellos que me llaman la atención, capturas de pantalla y todo lo relativo al tema. ¿Juegan a alguno en especial? 

sábado, enero 23, 2016

Retos 2016: Reto Blogger



Recién me ha llegado la propuesta de un reto algo distinto ya que consiste en leer junto a otro bloguero o bloguera y compartir diversas actividades todas relativas a la lectura. El reto está propuesto por Diary of Max y Half LightBooks. Dejo el banner y el link para que se sumen a la iniciativa así como leer las reglas y más detalles del mismo.
         ¿Qué mejor que retomar las actividades del año planeando las lecturas?

Sobre el cuestionario, estas son mis respuestas:
1.¿Cuál es tu libro favorito?
¡Qué difícil! No tengo uno sino muchos. Dejaré uno que me gustó: La carretera de Cormac McCarthey.

2.¿Cuál es tu color favorito?
Turquesa

3.¿Cuál es tu casa en Hogwarts?
Confieso: no lo he leído aún

4.¿Cuál es tu género favorito?
Lírico


¿Se animan al reto? Comienza en febrero.




Bye 2015 (Off Topic)

Espero que el año comience para todos con una dosis extra de compasión, uno de los sentimientos más poderosos que los humanos podemos ejercer.

         No soy de muchos balances de cierre de año o de comienzo porque el tiempo es un continuo pero voy a dar por cerrado los retos del 2015 para renovarlos. Leí más de lo que me había propuesto así que estoy contenta. Me quedaron muchos libros que leí en el 2015 sin reseñar así que los iré subiendo en estos días que estoy de  vacaciones.


 Sobre mis lecturas, fue un año variadito:




Una frase que me rondó durante meses



Y no podían faltar las metas 



¿Cómo ha comenzado el nuevo año? ¿Alguna meta?





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