miércoles, marzo 30, 2016

Selva Almada (Escribir)



Me gusta, luego de leer una novela, indagar sobre el autor, su método de escritura, cómo ha llegado al oficio. Comparto una serie de extractos de entrevistas sobre Selva Almada. Hace poco subí mi lectura de la novela “El viento que arrasa”.  Además rescaté frases sobre le oficio de escribir que me parecieron interesantes.
         Me llamó la atención que ha escrito sin un plan previo tan solo dejándose llevar. Yo lo he intentando y fracasé quedando atrapada en una especie de enredo que no podía acomodar, con personajes que se desarmaban, con situaciones que eran como callejones sin salida y me llevaba tanto tiempo en reescribir eso que terminaba en el cesto de reciclaje. Pero, cada uno deja fluir la creatividad a su gusto y forma. He leído que Stephen King también escribió sin planificación previa.


        
Cuando estoy escribiendo algo más largo, como un cuento o una novela trato de ser metódica. Igualmente, me cuesta cumplir con una rutina de horarios. Lo que trato, cuando comienzo con un proyecto, es que no pasen muchos días sin escribir para no perder el ritmo y la conexión.

 Muy pocos escritores viven de la venta de sus libros, porque el volumen de ventas no alcanza. Sólo el 10% del precio de tapa le corresponde al autor. Los escritores generalmente viven de otros trabajas que se arman en forma satelital que se generan a partir de la aparición del libro, como talleres, conferencias o publicaciones en diarios. Son muy pocos los que pueden llegar a vivir de eso. Es otra cosa si se traducen o si se llevan al cine.


Ya me han dicho que mi escritura no es típicamente femenina, dice la autora. Y añade: "Igual, las escritoras que me gustan no trabajan con ese tono. No me interesan las historias domésticas con dramas o románticas. Me gustan las historias que avanzan. Y me da más curiosidad el mundo de los hombres que el de las mujeres. Eso se nota en la novela, donde las madres están ausentes. Lo que no quiere decir que en mis cuentos no aparezcan mujeres, pero no son mujeres comunes nunca, son quizás más masculinas. Por ahí es la mirada que yo tengo sobre las cosas, sobre el mundo.



En la literatura argentina siempre esta cuestión de la oralidad está emparentada con la gauchesca o a un costumbrismo que no me gusta para nada. Flannery y Carson McCullers eran lecturas recientes cuando escribí El viento que arrasa, y por eso la novela está impregnada por esa literatura. Y fue esa oralidad lo que traté de reproducir en Ladrilleros. Me interesaba poder usar y transformar la realidad en una poética, no transcribir la oralidad. En Ladrilleros creé un híbrido de palabras que sí son del Chaco con otras que me resuenan de mi infancia en Entre Ríos y con palabras del conurbano bonaerense. Quería incorporar ese lenguaje, pero a la vez transformarlo. Cada vez que me dicen: "Tu literatura es hiperrealista", no estoy de acuerdo. Tiene mucha conexión con la realidad, pero es un universo transformado, no es un documental. Yo no hago documentalismo literario.

 En un universo que conozco, prefiero trabajar sobre ese recuerdo y después inventar más que ir a ver hoy cómo es.


Creo que no se puede enseñar a escribir. Hay que tener un poco de talento, no es sólo técnica y disciplina. Los talleres no te enseñan a escribir, te ayudan a ver los conflictos y aciertos de un texto. Un coordinador no deja de ser un lector atento. Escuchar, marcar, ver por dónde puede ir el texto y dónde hay una cantera para escarbar y seguir sacando. Las técnicas existen, pero soy experiencia viva. Laiseca siempre me ha criticado que empiezo a escribir sin saber a dónde ir. No sé si mi narrativa tiene cosas de Laiseca, sí sé lo que le debo como escritora. Con él aprendí que hay que ser muy serio en el trabajo y que hay que tener una entrega muy especial.


Cuando nos sentamos a escribir, estamos acostumbrados a narrar lo visual y nos olvidamos de los otros sentidos, que me parece que en un relato cuentan muchísimo, sobre todo en los que suelo escribir, que no son relatos donde pasa demasiado, donde todo está más en la observación y en la detención en ese momento singular en la vida de los personajes.



En general soy bastante improvisada, muy sobre la marcha. Excepto Ladrilleros, que sí sabía que iba a ser una novela y Chicas muertas, que sabía que era una crónica, después las cosas que empiezo, las empiezo y después veo para dónde van. También me ha pasado que muchos relatos quedan por la mitad, perdidos en algún archivo de Word. Ese es el riesgo de empezar sin saber hacia dónde uno va. A veces aparecen cosas buenísimas y a veces no aparece nada y ese comienzo que te parecía tan maravilloso se queda en dos o tres páginas que no van a ninguna parte.


Pero lo cierto es que yo escribí relatos la mayor parte de mi vida, la novela llegó mucho después. Diría que después de más de diez años de escribir relatos. Los primeros libros que publiqué Niños y Una chica de provincia son libros de relatos, que ahora se reeditan en este volumen que reúne además cuentos que salieron sueltos en antologías o revistas. En cierto modo, llegué por accidente a la novela. El viento que arrastra es un proyecto de cuento que no resultó, es un cuento frustrado.


Yo no encuentro una diferencia sustancial entre el cuento, la novela y la crónica. Por supuesto, cada uno tiene sus dos o tres reglas propias, pero después es narrativa y a mí lo que más me gusta es escribir narrativa. Podría señalarte diferencias entre escribir poesía o guión, que ahora estoy experimentando por primera vez, pero la narrativa para mí es un estado natural y no digo natural en mí, si no en todas las personas: todos nos la pasamos narrando todo el tiempo, cualquier anécdota, cualquier chisme, por mínimo que sea, es un relato.


A veces escucho alguna anécdota que al tiempo puede dispararme una historia, pero esa siempre será una ficción. Otras veces los relatos aparecen porque aparece un clima que me resulta atractivo, una pequeña situación o escena. Después, la cosa es ir tirando del hilo y ver qué aparece.





martes, marzo 29, 2016

Camp Nanowrimo (Escribir)



Este viernes arranca otro evento del Nanowrimo llamado Camp Nanowrimo. No iba a participar pero al final me animé con un proyecto medio libre de escritura algo automática sobre el tema de la guerra. Ya tenía algunas cosas escritas pero comenzaré de cero. Aún estoy terminando la novela del año pasado que lleva unas 200.000 palabras y me está llevando mucho el final así que cambié y ahora escribiré prosa poética.
         Gracias al Nanowrimo he descubierto que puedo terminar algo que escribo y que si me pongo unas dos horas por día se puede avanzar bastante. No pierdo oportunidad de participar.
         Desde el grupo de Argentina se ha creado una cabina pero aún están a tiempo de inscribirse y sumarse con algún proyecto o para escribir aquella historia que les da vuelta.
         Espero que se animen. Lo pasaremos genial.




miércoles, marzo 23, 2016

El viento que arrasa - Selva Almada (Mi lectura)


El viento que arrasa
El viento que arrasa
Selva Almada
2012
Mardulce Editora
168 páginas
  ¿Qué es una escritora madura? ¿Qué es una escritura consumada? Estas preguntas adquieren un nuevo sentido cuando hablamos de una primera novela: el sentido de la originalidad, de lo inesperado, de lo asombroso. El viento que arrasa convierte esas palabras en elogios, en una descripción ajustada de lo que su prosa expresa. Una escritura firme, segura, potente y, quizá por eso, profundamente poética. Un reverendo y su hija de viaje por el Chaco, en un clima de conflictos y tormentas, diálogos filosos y locura solapada. Casi cinematográfica, El viento que arrasa es una novela en la que los personajes son nítidos, corpóreos, se escuchan sus voces, sus modos. Y los del paisaje: el monte, el sol, los árboles achaparrados, los autos rotos, las camisas transpiradas y las vidas destruidas.





Comencé a leer esta novela como parte de mi reto personal de leer autores argentinos. Había leído sobre la autora y sobre el impacto de esta novela que me  quedó pendiente de comentar en el blog.

Concordia Entre Ríos

En su momento, me decidí por esta obra luego de leer la sinopsis y porque me interesó la temática.


Como dato interesante: esta novela fue elegida Libro del año 2012 por la revista Ñ



Como su sinopsis lo indica, la novela trata del viaje de un reverendo, Pearson, y su hija, Leni, quienes se quedan varados en la ruta por un desperfecto en su vehículo. Deberán esperar para continuar su viaje al Chaco. Desde ese lugar en medio de ruta, mediante la incorporación del mecánico, el gringo Bauer, y su ayudante, Tapioca, iremos conociendo más el pasado de cada uno de los cuatro protagonistas en un paraje desolador y abandonado.

Ruta 18, Entre Rios
Ruta 18, Entre Ríos imagen editada por mí y tomada de StreetView



Ruta 18, Entre Rios
Ruta 18, Entre Ríos imagen editada por mí y tomada de StreetView


         El viaje del Reverendo con su hija se me hacía similar a los viajes misionales en búsqueda de fieles para sumar a la iglesia. Me suenan mucho a esos vendedores ambulantes de antaño tratando de venderte el elixir de la vida. El reverendo es el prototipo del pastor en búsqueda de fieles tratando de ganar almas para el cielo que no es más que ganar prestigio y conquistar, un ardid de seducción.


Luego de varias semanas de recorrer la provincia de Entre Ríos —fueron bajando desde el norte por el margen del río Uruguay hasta Concordia y allí agarraron la ruta 18, atravesando la provincia justo por el medio hasta Paraná—, el Reverendo decidió seguir viaje hasta Chaco.


         La terminé de leer muy rápido porque es entretenida y amena pero me quedé con ganas de conocer un poco más de ciertos detalles de la historia del pastor como qué lo llevó a vagar solo con su hija dejando al resto de la familia. Por momentos me pareció justa en su desarrollo y en otros me hubiera gustado seguir leyendo un poco más. Además, cae en ciertas construcciones hechas que me frenaron un poco la lectura.


Ruta 18, Entre Rios imagen editada por mí y tomada de StreetView
Ruta 18, Entre Ríos imagen editada por mí y tomada de StreetView

         

La descripción del contexto me permitió sentir hasta la lluvia, el agobio de un ambiente desértico, poblado de matas de pastos duros y resistentes. Poco a poco, la asfixia de esos personajes encerrados en su monotonía y en un abandono, acompañó el estancamiento en ese paraje tan hostil y solitario. Además, recordé de mis escasos viajes esas rutas interminables en ese paisaje tan igual, interrumpido por unas vacas, unos árboles y unos postes, la llanura que me sumergía en el sueño. Sobre todo recuerdo el tránsito por Santiago del Estero donde veíamos pasar, desde el fresco del aire acondicionado del colectivo, unos campos calcinados y el cemento de la ruta que se desdibujaba por efecto del calor.


El Reverendo detuvo su caminata y se pasó el pañuelo por el cuello y el pecho. El viento no aliviaba; soplaba caliente como el aliento del diablo. Se sentó en el terraplén que formaba la banquina. Los pastos resecos penetraron la tela del pantalón hincándole la carne blanda.


Seguiré leyendo a la autora y creo que optaré por Ladrilleros. ¿Conocían a Selva Almada?




lunes, marzo 21, 2016

Planos y mapas (Escribir)


ciudad

Cuando vamos a ambientar nuestra historia en una ciudad, un pueblo, una casa o donde sea, es necesario tener en la mente la distribución de cada espacio para que el lector pueda armar en su cabeza también cómo son esos espacios.  Si no lo tenemos claro y le vamos cambiando los muebles de lugar, el lector se sentirá confundido y creerá que ese cambio es importante para la trama, que alguna fuerza misteriosa materializó un ático en una casa de una sola planta o levantó un jardín donde antes habíamos dicho que era una entrada de cemento.
         Una de las instancias que disfruto muchísimo es el momento de creación de los escenarios. Me gusta usar una variedad de herramientas disponibles como el creador de construcciones del videogame de los Sims hasta un papel cuadriculado. En estos momentos estoy trabajando con una posible novela y debo diseñar una colonia. Lo primero que hice fue diseñarla en una hoja como bosquejo. Luego la fui mejorando y ampliando. Pero, además de apelar al papel, hay otras herramientas que permiten diseñar una casa o un conjunto de habitaciones. A continuación dejo una lista algunas herramientas que estoy usando o he usado.

1.Excell
Si bien es una hoja de cálculo, la he usado para diseñar conjuntos de habitaciones y distribución de espacios en una ciudad. Usando colores para distintas celdas y rebordes, se pueden diagramar espacios grandes e incluso imprimirlos para tenerlos a mano, colocar leyendas y referencias. Se puede diagramar una casa con diversas plantas o un pequeño barrio.

Plano de casa




El registro para este programa es gratis y se usa directamente desde la web por lo que no tenemos que instalar nada en nuestra compu. Se pueden crear diversos proyectos como casas, lugares u otros. Se pueden agregar personas, muebles y elementos decorativos. El plano puede verse en 2d o en 3d. Incluso permite exportar como imagen o en pdf para salvar el proyecto.  No es difícil de usar y es bastante intuitivo.


Floorplanner




Es una aplicación gratis para instalar o para usar online. Tiene elementos decorativos para agregar y permite visualizar en forma de plano o en 3d. Es bastante simple de usar.


SweetHome 3d


Aplicación para usar desde la web orientada a la decoración de interiores. Tiene ejemplos para inspirarse que podrían ser de ayuda a la hora de crear, por ejemplo, el departamento de nuestro protagonista. Las habitaciones se pueden ver en como plano o en 3d. Es fácil de usar y tiene bastantes elementos para armar el escenario.


RoomStyler


5.Collage
Apelo al cúmulo de imágenes de google, de pinterest o de otros buscadores para armar escenarios. Puedo usar objetos, un mueble que sea el favorito de mi protagonista o un estilo de vivienda. Pego en una imagen en un editor de fotos, como el photoshop o el paintnet (esta última es gratis y es muy bueno), de manera de tener los objetos y los espacios lo más a mano posible y mirarlos cuando escribo. Para las ciudades, es útil el recurso del cual ya hablé y que uso mucho: Google StreetView.

Collage


6.Dibujos y bocetos
Uso hojas cuadriculadas o lisas. Añado detalles, nombres de objetos, los tipos de texturas. Trato que sea lo más detallado posible para construir el escenario en mi cabeza. Si es un espacio público, suelo usar fotografías o inspirarme observando con detalle mi ciudad.
         Si la historia se centra en un reino de fantasía, creo que es fundamental confeccionar un mapa con los elementos geográficos y dónde está emplazada tu ciudad o la aldea y los sitios aledaños sobre todo para tener en claro qué existe al norte, sur y demás para no cometer errores.



7.Sims
Soy una fan de los sims (videogame) así que he usado la herramienta de construcción para visualizar los espacios en varias oportunidades. Los fans construyen casas preciosas como una de mis favoritas: FrauEngels.




8.Fotos
Para quien guste de tomar fotos, también se puede apelar a la ciudad donde uno vive para tomar fotografías, editarlas y usarlas como posibles escenarios.
Trabajar con imágenes propias también, en caso de ser escritores indie como yo, puede ayudar para ir pensando la portada de la novela.


CONCLUSIÓN
Tener en mente el escenario o los escenarios donde se desarrolla la historia nos allana el camino a la hora de escribir ya que sentimos que ese lugar existe, hemos estado allí y ahora es un recuerdo en nuestra memoria. Cometeremos menos errores de congruencia al escribir y nuestra narración ganará en verosimilitud. ¿Qué elementos han usado? ¿Cómo se imaginan los lugares donde se centra la historia? 






Notas:
La imagen primera fue tomada de Freepik

martes, marzo 15, 2016

Los siete locos de Roberto Arlt (Frases Subrayadas)


Obra: Los siete locos de Roberto Arlt

Roberto Arlt







Existía otro sentimiento y ése era el silencio circular entrado como un cilindro de acero en la masa de su cráneo, de tal modo que lo dejaba sordo para todo aquello que no se relacionara con su desdicha.

—¿Qué es lo que hago con mi vida?

—¿Pero qué alma, qué alma es la que tengo yo?


El terror que experimenta el hombre que en una pesadilla cae al abismo en que no morirá.


El terror luminoso que es como el estallido de un gran día de sol en la convexidad de una salitrera.
  


—…creer en la bondad de la gente, cuando todo el mundo lo que tira es a hundirlo a uno y hacerle fama de loco…



…con el odio que se le toma a las personas a quienes se han hecho demasiadas confidencias.

Vagabundeó toda la tarde. Tenía necesidad de estar solo, de olvidarse de las voces humanas y de sentirse tan desligado de lo que lo rodeaba como un forastero en una ciudad en cuya estación perdió el tren.

¿Qué había hecho de su vida? ¿Era ésa o no hora de preguntárselo? ¿Y cómo podía caminar si su cuerpo pesaba setenta kilos? ¿O era un fantasma, un fantasma que recordaba sucesos de la tierra? ¡Cuántas cosas se movían en su corazón! ¿Y el otro que se había casado con una prostituta? ¿Y Barsut con su preocupación del pez tuerto y la primogénita de la espiritista? ¿Y Elsa que no entregándosele lo arrojaba a la calle? ¿Estaba loco o no?

Indudablemente, en la vida, los rostros significan poca cosa.

Hace falta oro para atrapar la conciencia de los hombres. Así como hubo el misticismo religioso y el caballeresco, hay que crear misticismo industrial.

¿Usted cree que las futuras dictaduras serán militares? No, señor. El militar no vale nada junto al industrial.

…la mujer, sea o no honrada, es un animal que tiende al sacrificio. Ha sido construida así.

Y pobrecitas, son tan locas, que uno no sabe si compadecerlas o romperles la cabeza de un palo.

Roberto Arlt


—Sí, puede ser que tenga talento, pero me falta vida… entusiasmo… algo que sea como un sueño extraordinario… una mentira grande que empuje la realización…



—Alma, mi pobre alma… qué vida la nuestra… qué vida…

No encontraba en su alma una sola hendidura por donde escapar.

¿En qué parte de la tierra podía encontrarse un hombre que tuviera la piel erizada de más pliegues de amargura?


Sí, todo su cuerpo sólo vivía, estaba en contacto con la tierra, por un centímetro cuadrado de sensibilidad.

Se ha inventado casi todo pero no ha inventado el hombre una máxima de gobierno que supere a los principios de un Cristo, un Buda.

Roberto Arlt


La eficacia del bastón en la espalda de los pueblos. La cuestión es apoderarse del alma de una generación… El resto se hace solo.

Sé que existo así, como negación. Y cuando me digo todas estas cosas no estoy triste, sino que el alma se me queda en silencio, la cabeza en vacío.

Yo soy la nada para todos. Y sin embargo, si mañana tiró una bomba, o asesino a Barsut, me convierto en el todo, en el hombre que existe, el hombre para quien infinitas generaciones de jurisconsultos prepararon castigos, cárceles y teorías. Yo, que soy la nada, de pronto pondré en movimiento ese terrible mecanismo de polizontes, secretarios, periodistas, abogados, fiscales, guardacárceles, coches celulares, y nadie verá en mí un desdichado sino el hombre antisocial, el enemigo que hay que separar de la sociedad. ¡Eso sí que es curioso! Y sin embargo, sólo el crimen puede afirmar mi existencia, como sólo el mal afirma la presencia del hombre sobre la tierra.

Sin embargo, a pesar de todo existen las tinieblas y el alma del hombre es triste. Infinitamente triste. Mas la vida no puede ser así. Un sentimiento interno me dice que la vida no debe ser así. Si yo descubriera la particularidad de por qué la vida no puede ser así, me pincharía, y como un globo me desinflaría de todo este viento de mentira y quedaría de mi apariencia actual un hombre flamante.

El hombre es una bestia triste a quien sólo los prodigios conseguirán emocionar.

Yo creo que se ha dado en llamar remordimiento el temor al castigo.

—A pesar de todo es necesario injertar una alegría en la vida. No se puede vivir así. No hay derecho. Por encima de toda nuestra miseria es necesario que flote una alegría, qué sé yo, algo más hermoso que el feo rostro humano, que la horrible verdad humana.

Los dioses existen. Viven escondidos bajo la envoltura de ciertos hombres que se acuerdan de la vida en el planeta cuando aún la tierra era niña.


La vida humana vale menos que la de un perro.

Y lo que me alienta es saber que la civilización y la miseria del siglo han desequilibrado a muchos hombres. Estos locoides que no encuentran rumbos en la sociedad son fuerzas perdidas.


Quiero ser manager de locos.

Aquel que encuentre la mentira que necesita la multitud será el Rey del Mundo.

Para gobernar un pueblo no se necesitan más aptitudes que las de un capataz de estancia.

Ustedes saben mejor que yo que para ser diputado hay que haber tenido una carrera de mentiras, comenzado como vago de comité, transando y haciendo vida común con perdularios de todas las calañas, en fin, una vida al margen del código y de la verdad.

No hay hombre que no admita las pequeñas y estúpidas mentiras que rigen el funcionamiento de nuestra sociedad.
 Conozco todos los caminos y todas las soledades.

Las ciudades son los cánceres del mundo. Aniquilan al hombre, lo moldean cobarde, astuto, envidioso, y es la envidia la que afirma sus derechos sociales, la envidia y la cobardía.

Lo que hay es que en la ciudad no se puede ser valiente. Usted sabe que si le estropea la cara a un desgraciado los trámites policiales lo van a molestar tanto, que usted prefiere tolerar a hacerse justicia por su mano. Esa es la realidad. Y uno se acostumbra a ser un resignado, a refrenar los impulsos…

Tenía ahora la sensación de que su alma se había apartado para siempre de todo afecto terrestre. Y su angustia era la de un hombre que lleva en su conciencia un siniestro jaulón, donde entre huesos de pecados, bostezan teñidos de sangre, elásticos tigres, afirmando el ojo en una proyección de salto.

—A veces me parece un mal sueño esta vida.

Diez hombres pueden atemorizar a una población de diez mil personas. Basta que tengan una ametralladora.

El hombre para ser feliz necesita apoyar sus esperanzas en una mentira metafísica.

—¿Sabe? Muchos llevamos un superhombre adentro. El superhombre es la voluntad en su máximo rendimiento, sobreponiéndose a todas las normas morales y ejecutando los actos más terribles, como un género de alegría ingenua… algo así como el inocente juego de la crueldad.

Lo que hay es que el hombre no ha reparado que está enfermo de cobardía y de cristianismo.


Roberto Arlt





domingo, marzo 13, 2016

Trout por las Galápagos





Islas Galápagos





Galápagos ha sido una de mis lecturas favoritas del año pasado. Como siempre hago, busqué imágenes en StreetView para conocer los lugares de los que leo y me enamoré del lugar, esa soledad, el colorido, toda esa naturaleza sin prisiones de cemento o asfalto. Comparto las imágenes editadas por mí. Algunas imprimí y colgué en mi rincón donde escribo.

Las islas Galápagos son 13 islas.

Islas Galápagos

 Islas Galápagos

Desde el año 1978 son Patrimonio de la Humanidad.

Islas Galápagos

Islas Galápagos

Islas Galápagos



Las islas poseen especies únicas.

Islas Galápagos
 Islas Galápagos

Islas Galápagos




Estas especies han sido centro de estudio para Charles Darwin quien escribió sobre el mecanismo de la evolución y cómo se originan las especies. Fueron visitas por primera vez por este estudioso en 1835.


La primera isla se habría formado hace cinco millones de años.
Islas Galápagos





En las islas se han hallado restos de cerámicas y otros objetos de los incas.



Islas Galápagos

Islas Galápagos

Islas Galápagos

Islas Galápagos



¿Alguien viajó a estos lugares? ¿No son preciosos?





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